Los socios de Cristina Kirchner. Pedraza y sus mafiosos. Juicio por Ferreyra: un testigo vio a uno de los tiradores y afirma que hubo diez disparos

Un miembro del Partido Obrero aseguró haber visto a un hombre disparar un arma de fuego durante el ataque de una «patota» de la Unión Ferroviaria a manifestantes el 20 de octubre de 2010, cuando fue asesinado Mariano Ferreyra.
Afirmó además que en el lugar se escucharon al menos diez tiros, sin que la policía hiciese nada para evitarlo o detener luego a los atacantes.
«Vi un gordito, agazapado, que tiraba poniendo las manos como en la película `Los profesionales´, las dos manos en el arma y me pareció un revólver. Yo estaba a 20 metros», explicó el militante del Partido Obrero Lisandro Martínez, primer testigo que declaraba ante el Tribunal Oral en lo Criminal 21 a cargo del juicio por el asesinato de Ferreyra, baleado en el abdomen durante una marcha de trabajadores tercerizados del ex ferrocarril Roca.

Martínez reconstruyó cómo fue la convocatoria a esa marcha con corte de vías y recordó que desde el principio quienes llegaban para sumarse fueron «hostilizados» por ferroviarios ubicados en el andén de la estación Avellaneda, que les advertían que no iban a poder concretar la medida planeada.

Tras una primera gresca del lado de provincia, donde les tiraron piedras y según el testigo, la Policía Bonaerense corrió a los tercerizados y a los militantes del PO e ingresó a la ciudad de Buenos Aires disparando balas de goma, hubo una asamblea donde resolvieron desconcentrarse porque había muchos golpeados, entre ellos Elsa Rodríguez, quien tenía un brazo hinchado y «quería irse».

Rodríguez fue poco después baleada en la cabeza durante el ataque a los manifestantes en momentos en que desconcentraban y se recupera de la grave herida sufrida ese día.

Sobre ese ataque, Martínez recordó que cuando intentaban irse del lugar, en Barracas, vieron bajar del terraplén del ferrocarril un grupo de personas que comenzaron a correr en medio de la calle y poco después a disparar.

«Venían por el medio de la calle corriendo, empezaron a tirar», refirió el militante del PO, quien dijo que después de lo ocurrido pensó que «tiraron a matar porque defendían un negocio enorme, porque sino, ¿qué es lo que obliga a tirar a matar?».

Martínez no pudo ver la cara del tirador que vio en la calle porque «no estaba quieto, estaba en acción, vestía chomba azul oscura, creo que vaqueros, era robusto, tenía las piernas abiertas y estaba semiagachado. Disparaba uno atrás de otro, no le pude ver la cara ni a los demás tampoco».

Cuando dejaron de disparar, «salieron corriendo, los corrimos pero ahí la policía nos cerró el paso con patrulleros», agregó Martínez, quien dijo haber hablado en dos ocasiones con un oficial «vestido de seda y corbarta rosa» a quien pidió «sin éxito» que interviniera para no ser agredidos y que llamara a una ambulancia.

El testigo dijo que ese día sabían que ferroviarios de los talleres de Remedios de Escalada habían obtenido permisos de la Ugofe para dejar su puesto e ir hacia la estación Avellaneda.

«Eran ferroviarios seleccionados y con permiso de UGOFE», señaló Martínez.

El juicio seguirá con las declaraciones de otros dos testigos de lo ocurrido el día del crimen de Ferreyra.