Brenda y Montiel

A la Jueza María Eugenia Capuchetti «el saco le quedó grande». Un papelón de copitos.

La jueza María Eugenia Capuchetti será cuestionada por los futuros estudiantes de derecho, que, como todos sabemos son casos de estudio. Cuando haces todo mal, o es impericia o desidia o sos cómplice de una banda. La banda de los copitos. Como periodistas no logramos terminar de sorprendernos.

La jueza María Eugenia Capuchetti, primero le aviso a Clarín e Infobae y luego consultó con su abogado, luego lo hizo público, no es casualidad que le avise antes a Clarín, son finalmente parte interesada en «Los copitos».

Del papelón no se vuelve nunca y la Jueza debe seguir su vida, a María Eugenia como se dice en el palacio de tribunales «el saco le quedó grande», por eso pateó la causa como una pelota que vuela a una tribuna bien lejos de su ser.

La decisión no la tomó sola, la misma familia le pidió que se aleje de la causa por que detonó su carrera, ¿hoy otros litigantes le pueden creer en lo que diga una jueza que no defiende la investidura institucional de Argentina?. ¿Con qué cara puede mirar a un familiar en un asado?

En criollo, «Soldado que huye sirve para otra guerra»… Finalmente la van a triturar en la Facultad de Derecho, ya que son los estudiantes los leen al detalle la letra chica. En el aula, en cualquier aula de derecho es y será destrozada académicamente.

Todo fue o de estúpida o de cómplice. Los audios de los imputados son letales acá en Argentina o en cualquier lugar del mundo.

La jueza federal María Eugenia Capuchetti delegó este miércoles en el fiscal Carlos Rívolo la investigación por el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, informaron a Télam fuentes judiciales.

Lo hizo mientras la Cámara Federal porteña analiza si aparta o mantiene a la jueza en la investigación, a partir de una recusación planteada por la querella de la vicepresidenta que le reprochó a la magistrada haber frenado distintas líneas de investigación.

A pesar de haber rechazado su recusación y de haber elaborado un informe con el que pretendió contrarrestar las críticas de la querella, esta tarde la jueza Capuchetti buscó una salida alternativa para intentar descomprimir la tensión en torno a la investigación y la delegó.

«Encontrándose la recusación ante ese tribunal (la Cámara Federal porteña), debo hallar un remedio procesal que propenda a la mejor administración de justicia y a la validez de los actos que se tomen, en lo sucesivo, con ese norte», sostuvo la jueza.

«Por tal razón habré de delegar la instrucción de la presente causa CFP 2998/2022, sus conexas y legajos de investigación, en la Fiscalía Criminal y Correccional Federal N° 2 (a cargo del Dr. Carlos Rívolo)», continuó la magistrada en la resolución de 4 páginas a la que accedió Télam.

«Por último, debo señalar que el temperamento aquí escogido de ningún modo implica desconocer la expresa directiva del Superior de proceder, con la premura que el caso impone, a la elevación de la causa a su etapa plenaria», advirtió.

Sobre en ese punto, que la fiscalía «cuenta con la vía expedita» del artículo 215 Código Procesal Penal para, «en caso de entender que la instrucción se halla completa en alguno de sus tramos (o en su totalidad), avanzar en esa línea».

«Encontrándose la recusación ante ese tribunal (la Cámara Federal porteña), debo hallar un remedio procesal que propenda a la mejor administración de justicia y a la validez de los actos que se tomen, en lo sucesivo, con ese norte»

Capuchetti

La jueza decidió poner la investigación en manos de la fiscalía a 83 días del comienzo de la instrucción y un día después de que la querella le cuestionara no haber ordenado ninguna medida de prueba tras la recepción de un informe, el 26 de octubre pasado, con más información extraída del celular de uno de los imputados.

Por el intento de asesinato de la vicepresidenta están detenidos y procesados como coautores el atacante Fernando André Sabag Montiel y su cómplice Brenda «Ámbar» Uliarte; mientras que en calidad de partícipes secundarios se encuentran Nicolás Gabriel Carrizo y Agustina Díaz, que fue excarelada.

Carrizo es el supuesto dueño de la máquina para hacer los dulces que vendían Sabag Montiel y Uliarte, mientras que Díaz es una amiga intima con la que «Ámbar» habló sobre su deseo de matar a la vicepresidenta.

La última presentación de la querella estaba referida a información hallada en el celular de Carrizo por la Dirección de Asistencia en Investigaciones Penales (DATIP) del Ministerio Público Fiscal y plasmada en un informe incorporado en el expediente a fines del mes pasado.

En esa presentación, la querella señaló que el ataque del que fue víctima Fernández de Kirchner «no estaba destinado exclusivamente a matar a la vicepresidenta» sino también a «desestabilizar el sistema político y constitucional en general».

«Mi amigo intentó matar a Cristina», «Es un golpe que le dimos al gobierno» y «esto se va a poner peor», son algunos de los mensajes que Carrizo le envió el 2 de septiembre a una persona de su confianza, cerca de las 7.40, según surge de la presentación de la querella a la que accedió Télam.