Por Karina Segura, de Magneto (www.magnetoregalos.com)
Los niños aman su cuarto, pero muchas veces es un completo desorden, pues los pequeños encuentran en cada objeto una posible utilidad, sobre todo si apelan a su imaginación a la hora de jugar. Por eso, una manera de transmitirles el valor del orden es decorarlo juntos, para que puedan aprender el uso de cada artículo.
Para empezar a decorar el cuarto, lo mejor es ir de compras juntos, incluso con los menores de tres años. Así ellos podrán tener un primer contacto con el objeto y empezar a sentirse familiarizados y hasta querer llevárselo a la casa. La idea es ir contándoles por qué compran ese accesorio y, con los niños más grandes, hasta planificar dónde se lo puede ubicar.
Con los pequeños mayores de seis años está bueno discutir si el objeto va bien con el estilo que le quieren dar a la habitación, si su función es realmente necesaria, qué espacio ocupará y tendrán que sacar otro mueble para que entre el nuevo.
En el caso de los accesorios, como los portarretratos, por ejemplo, se puede también impulsar la idea de elegir juntos la fotografía que muestre. Y también es bueno darles indicaciones de cuándo es suficiente, en qué momento parar de sumar objetos en un mismo lugar. De ese modo se evita que se vuelvan acumuladores y terminen transformando el cuarto en el tan temido “campo de batalla”.
Los más pequeños, tienen que aprender para qué sirve cada mueble y así pueden ir incorporando el orden y tener los juguetes al alcance de su mano, pero todos acomodados.
Por último, sobre todo las nenas, aprenden al decorar con su mamá cómo incorporar elementos femeninos en sus vidas, a darle a cada espacio ese toque de calidez que luego reconforta en la vida cotidiana y hogareña.
