Vuelos largos: ¿Qué es el «jet lag» y cómo prevenirlo?

Es común que luego de un vuelo prolongado las personas sientan malestar. Podría tratarse de jet lag, que afecta a muchos viajeros durante los primeros días de su estadía.

El jet lag es un problema asociado a vuelos largos que cruzan varios husos horarios. Se caracteriza por trastornos en el sueño, cansancio diurno, reducción del desempeño, problemas gastrointestinales (constipación) y malestar general. No todos los componentes están presentes en todos los casos y varían de acuerdo a la susceptibilidad individual de las personas.
Este síntoma ocurre en la mayoría de los viajeros que atraviesan 5 o más husos horarios. Aunque también puede suceder al atravesar solo 2 husos. A menor número de husos horarios atravesados menor es la probabilidad de ser afectados por este problema.

Su causa se debe una desincronización temporaria entre nuestro reloj biológico que regula el ritmo del ciclo del sueño / actividad que está adaptado a nuestro huso horario, y el ritmo del huso horario del lugar de destino. Los ritmos biológicos están regulados por factores internos y externos que interactúan. Por ejemplo nuestro reloj biológico controla la secreción de melatonina por la glándula pineal y la luz inhibe su secreción.
Es importante tener en cuenta que al viajar hacia el este se acorta el día en el lugar de destino (Buenos Aires-Madrid), lo que causa más síntomas que al hacerlo hacia el oeste dirección en la que se alarga el día en el lugar de destino (Madrid-Buenos Aires). Esto se debe a que es más fácil prolongar que acortar los tiempos de nuestro reloj biológico. De acuerdo con investigaciones realizadas, nuestro reloj biológico se va poniendo nuevamente en hora a un ritmo de 1.5 horas por día cuando nos dirigimos hacia el oeste y de 1 hora por día cuando nos dirigimos hacia el este.

El jet lag debe distinguirse de la “fatiga de viaje”. Esta última se caracteriza por debilidad, cansancio, desorientación y cefalea que sigue a la disrupción de los patrones de sueño, deshidratación y estrés del viaje; estos síntomas desaparecen con una buena noche de descanso. En cambio los síntomas del jet lag persisten varios días, aproximadamente dos tercios del número de zonas horarias atravesadas.

Prevención y tratamiento

Es importante aclarar que los adultos mayores y la preexistencia de privación de sueño son factores que pueden predisponer a padecer un jet lag más severo.
Para la prevención y tratamiento se puede trabajar en 3 momentos: antes de viajar, durante el viaje y después del viaje.
Antes de viajar: en los días previos maximice las horas de sueño para evitar acumular “deuda de sueño”.

Durante el viaje: evite la ingesta de alcohol y de cafeína, y manténgase bien hidratado. Trate, si es posible, ir adaptándose a los tiempos de sueño en el lugar de destino. Por ejemplo, si se dirige hacia el este (Buenos Aires-Madrid) intente dormir en particular si la salida es durante la tarde. En cambio si viaja en dirección oeste (Madrid-Buenos Aires) intente mantenerse despierto sobre todo en partidas matutinas. El uso de sedantes podría ayudar a inducir el sueño en el momento deseado pero NO ayudan a la adaptación, y tienen efectos colaterales de riesgo sobre todo si se asocian al consumo de alcohol.

Al llegar a destino: respete los tiempos de sueño del lugar de destino, realice una exposición apropiada a la luz del día (esto estimula a reacomodar nuestras fases noche/vigilia con las del lugar de destino) y utilice los mismo horarios de comida que usualmente realiza en su residencia habitual.

En todos los casos se recomienda consultar con su médico de confianza.

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