Salvador y Thames: Un Árabe y dos policias de rehenes.

Los hechos de inseguridad y violencia se repiten a diario en todo el barrio de Palermo, sin embargo para Horacio Larreta en CABA no existe la inseguridad y menos los robos, ni los hombre araña, ni los motochorros, en este caso vamos a contar una pelea y hechos insólitos. Queda claro que Larreta, es decir el Jefe de Gobierno, es responsable de habilitar el negocio, con lo cual la cadena de responsabilidades van hacia la Agencia Gubernamental de Control, que son una Agencia que se destaca por no controlar absolutamente nada en la Ciudad.

En esta oportunidad, en la calle Thames y El Salvador, en el barrio porteño de Palermo, registró el momento en que personal policial intentaba desarticular una pelea entre el dueño de un local gastronómico de comida árabe y un empleado que había sido despedido. Queda cada vez más claro que a los locales antes de darles habilitación debería haber una VTV para personas algo así como una VPP verificación psicológica para personas que abren comercios.

Dos agentes habían concurrido al local Al Árabe, en Salvador y Thames, por una discusión entre un exempleado, Alexis Ángel Jara, y el dueño, un ciudadano sirio identificado como Barhich Ahmed, de 32 años.

Al llegar los primeros oficiales al lugar para interiorizarse de lo ocurrido el dueño comenzó a increpar al personal policial, refiriendo a viva voz: «De acá no se va nadie, los mato». También se refirió: «Si quiero los mato porque es mi local».

Mientras, el ex empleado del restaurante había cerrado con llaves las puertas del local, impidiendo así la salida de los efectivos y tomándolos como rehenes.

Los agentes habían sido llamados por una discusión entre el hombre y un exempleado.

Ante esta situación fue solicitado apoyo y concurriendo varios móviles, logrando que el personal policial que se encontraba en el interior salga del local, y uno de los oficiales resultó herido en un brazo por la rotura de un vidrio.

Ambos integrantes de la pelea inicial fueron detenidos y ambos imputados por «privación ilegítima de la libertad» y «amenazas simples».