Ecoparque Tapir

Tapir: El Ecoparque porteño informó del nacimiento de una cría de tapir macho.

El Ecoparque porteño informó del nacimiento de una cría de tapir macho, con un peso de 4,18 kg. y en perfecto estado de salud y agregaron que «la cría forma parte del programa de conservación del Tapir y que será liberada en la naturaleza».








El tapir nacido el miércoles 14 de octubre en el Ecoparque de Buenos Aires y que pesó 4,180 kilogramos.

Ecoparque de Buenos Aires dijo que “el parto se realizó como si la madre hubiera estado en la naturaleza” y que el crecimiento del recién nacido será «con el menor contacto humano, así podremos devolverlo a su espacio natural lo antes posible y con mayor probabilidad de éxito”.

Chicha, la mamá tapir, tuvo un parto normal y sin ningún tipo de complicación lo cual permitió que Jacinto pudiera nacer sin requerir la intervención de veterinarios.

Al igual que toda madre, desde que su hijo nació se encarga de atenderlo. “Lo ayudó a levantarse y a mamar inmediatamente después del parto, como sucede en la naturaleza”, informaron desde Ecoparque.

Jacinto es parte del programa de conservación que lleva adelante el Ecoparque porteño y que cuenta con la participación de Rewilding Argentina y de Conservation land Trust (CLT), organizaciones con las cuales trabaja para encontrar un ambiente natural adecuado para liberar a los individuos rescatados de la provincia de Corrientes.

El Tapir o Mboreví (Tapirus terrestris) es un perisodáctilo (orden al que pertenecen también los caballos, las cebras y los rinocerontes) de amplia distribución en selvas, espinales y humedales de Sudamérica.

Esta especie es la mayor herbívoro terrestre de Argentina en cuanto a peso. Es un mamífero adaptable, con amplia distribución en Sudamérica y nativo del Norte argentino, que está catalogada como “vulnerable de extinción en Argentina” y ya se extinguió de la provincia de Corrientes durante el siglo XX.

Argentina es el país sudamericano donde la situación de la especie se encuentra más comprometida: en los últimos 100 años su distribución en el país se redujo a menos de la mitad y la población remanente está en retroceso.

Las observaciones sobre su comportamiento en la naturaleza reveló que durante el día suelen moverse dentro de bosques y en la noche salen hacia zonas más abiertas como matorrales o pastizales, ríos y lagunas. Cuando los días son muy calurosos, pasan largos períodos sumergidos en el agua.

El tapir prefiere los bosques en regeneración respecto a los bosques maduros, esto probablemente ocurre por la mayor abundancia de especies vegetales pioneras, las cuales son más palatables y con menos estructuras de defensa. También eligen sectores de palmares.

Una especie en extinción

El Tapir o Mboreví (Tapirus terrestris) es un perisodáctilo (orden al que pertenecen también los caballos, las cebras y los rinocerontes) de amplia distribución en selvas, espinales y humedales de Sudamérica.

El tapir es el mayor herbívoro terrestre de Argentina en cuanto a peso y tiene amplia distribución en Sudamérica y es nativo del norte argentino.

Esta especie está catalogada como “Vulnerable de Extinción” tanto en Argentina -se extinguió de la provincia de Corrientes durante el siglo XX- como a nivel internacional, con tendencias poblacionales decrecientes.

Argentina es el país sudamericano donde la situación de la especie se encuentra más comprometida, dado que en los últimos 100 años su distribución se redujo a menos de la mitad y la población remanente está en retroceso.

Las principales amenazas identificadas para la especie en el país son la reducción, fragmentación y empobrecimiento del hábitat y la cacería.

Hasta hace unos 200 años el tapir habitaba en diez provincias: Salta, Jujuy, Tucumán, Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Misiones, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos.