El costo del tradicional asado navideño se dispara: un desafío económico en la temporada festiva
Las festividades navideñas, sinónimo de unión y celebración, enfrentan este año un desafío económico. Los aumentos desmesurados en los precios de los productos esenciales para el clásico asado argentino han generado preocupación entre los consumidores. Un relevamiento de precios realizado revela un incremento considerable en los elementos necesarios para reunir a 8 comensales alrededor de la parrilla.
La lista detallada de ingredientes es esclarecedora: desde la picada que incluye queso Sardo, salame, papas fritas, maní, pan flauta, hasta las bebidas como vino tinto, cervezas y gaseosas, sin olvidar los cortes de carne como asado, vacío, pollo, chorizo, y morcilla. Además, se suman las verduras como papa, tomate, batata, cebolla, morrón, berenjena, huevos y lechuga.
Antes de las recientes subas, el costo total para organizar un asado completo para 8 personas rondaba los $88.150 si se adquirían los productos en supermercados. Esto representaba un gasto aproximado de $11.018 por persona, incluyendo bebidas y entrada, pero excluyendo el postre.
Sin embargo, el panorama actual muestra una realidad preocupante. Según el relevamiento de precios en supermercados, los aumentos han sido significativos. El asado, por ejemplo, ha elevado su precio a un rango entre los $4.000 y los $10.000 por kilo. Similar situación se presenta con el vacío, que oscila entre los $5.200 y los $11.000, mientras que el pollo, una opción más asequible en el pasado, ahora se sitúa en un rango que va desde los $1.350 hasta los $5.000 por kilo.
Estos incrementos son reflejo directo de las medidas anunciadas por las autoridades pertinentes, las cuales han impactado fuertemente en los precios de los productos básicos para el asado. Aunque el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) había registrado precios menores para cortes como el asado de tira ($3.475), el vacío ($4.123) y el pollo ($1.190) en noviembre, la reciente alza ha alterado drásticamente esta realidad.
Ante este escenario, los consumidores se enfrentan a un dilema financiero en una temporada que históricamente ha estado marcada por la reunión familiar y la alegría compartida. Las familias, tradicionalmente acostumbradas a celebrar con un buen asado, se ven obligadas a reconsiderar sus presupuestos y alternativas para mantener viva la tradición en estas fiestas.
El desafío económico que implica organizar un asado navideño ha llevado a muchos a repensar estrategias, desde la elección de cortes más económicos hasta la búsqueda de alternativas creativas para mantener viva la esencia festiva sin sacrificar la tradición.
En un contexto de aumentos exorbitantes, la Navidad se presenta este año con un desafío adicional: encontrar el equilibrio entre la tradición, la celebración y la prudencia financiera.