Antonio Seguí
Con profundo pesar, despedimos a Antonio Seguí, referente ineludible del arte argentino en el mundo. Creador incansable y de trascendencia internacional, Seguí había nacido en 1934 en Villa Allende, Córdoba, y desde 1963 residía en París, epicentro de su formidable trayectoria. Aunque residía en Francia hacia casi seis décadas, Seguí se encontraba en Argentina junto a su esposa Clelia Taricco. Nacido el 11 de enero de 1934 en la ciudad cordobesa de Villa Allende, realizó a lo largo de su carrera 200 exposiciones individuales. En Francia fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras y miembro de la Academia Europea de Ciencias, Artes y Letras de Francia.
El artista argentino Antonio Seguí, quien vivía en Francia desde 1963, murió este sábado en Buenos Aires a los 88 años tras complicaciones en una operación de cadera, informó el diario La Nación citando a allegados de su familia.
«Despido a Antonio Seguí con el mismo cariño y afecto que, tanto en París como en Buenos Aires, siempre nos tuvimos. Pintor y colega de mi generación, cuya obra siempre mereció mi respeto y consideración», tuiteó el pintor Luis Felipe Noé, entre numerosos artistas, museos y referentes de la cultura que expresaron sus condolencias.
Creador de los míticos hombrecitos con sombrero que pueblan su obra satírica, Seguí fue autor de una prolífica obra figurativa de pinturas, estampas, litografías y grabados que ilustran una visión irónica de la sociedad, impregnada de nostalgia y poesía.
El mayor de cuatro hermanos de una familia de clase media. Desde pequeño mostró su vocación artística: en la escuela primaria, su materia preferida era la de dibujo. Desde su adolescencia realizó sus estudios sistemáticos en varias academias de su ciudad natal, aunque ha considerado a Ernesto Farina (1912-1989) como el más importante de sus maestros.
A los 17 años, ayudado por su abuela paterna, emprendió su primer viaje a Europa, por lo que pudo asistir como alumno libre a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) y a la École nationale supérieure des beaux-arts de París. Al visitar los museos europeos pudo recibir directamente los influjos de Goya, Daumier y Gutiérrez Solana entre otros.
En 1954 retornó a Córdoba y trabajó en la redacción del diario Orientación especializado en artículos policiales y judiciales. En ese mismo año inició la carrera de abogacía, que abandonó en 1955.
En 1957 realizó su primera exposición individual en la galería de arte cordobesa Paideia.
Hombre Urbano parte de la saga Familia Urbana en la ciudad de Córdoba, Argentina.
En 1958 comenzó un peregrinaje usando un viejo automóvil todoterreno por América Latina; es así que en ese mismo año conoció a la bailarina argentina nacida en la ciudad de Córdoba Graciela Martínez, hija de don Raúl V. Martínez y doña Fausta Martinoli; con la que contrajo matrimonio.
Luego de casados viajan a México entre 1958 y 1960, en México cultivó la amistad con Siqueiros y realizó muestras, el actor estadounidense Edward G. Robinson le visitó en su taller y adquirió varias de sus obras, organizando con estas una muestra en San Francisco California. Hacia esos años se dedica a la ilustración de revistas
En 1960 retornó con su esposa y el hijo de ambos -Octavio- a la ciudad de Córdoba, luego se establecieron en Buenos Aires hasta que en 1963 el gobierno francés le concedió una beca a Graciela Martínez y fue invitado a la Bienal de Pintura Joven organizada por el Museo de Arte Moderno de París.
En 1972 se divorció de Graciela Martínez y se casó con Mónica Mórtola con quien tuvo tres hijos: Simbad, Venice y May.
En 1964 estableció su atelier en el suburbio parisino de Arcueil. En 1967 recibió el primer premio del Museo de Łódź (Polonia) y el Gran Premio Latinoamericano en San Juan de Puerto Rico, así como el Gran Premio de Artes Plásticas del Instituto Di Tella de Buenos Aires.
A fines de 1982 -aún viviendo con su familia en París- comenzó, con la ayuda de su hermana arquitecta Ana María, a refaccionar su casa en la localidad cordobesa de Saldán (suburbio residencial al noroeste de la ciudad de Córdoba). En los 1980 colaboró en la creación del Centro de Arte Contemporáneo en el Chateau Carreras (Córdoba, Argentina).
En 1991 realizó una retrospectiva en la sede Buenos Aires del Museo Nacional de Bellas Artes.
Ha recibido el Premio Konex en las tres primeras ediciones dedicadas a las Artes Visuales (1982, 1992 y 2002), obteniendo en la última el Konex de Platino como el más importante ilustrador de la década en Argentina.
En noviembre de 2011 se inauguró un mural permanente obra de Antonio Seguí en la estación Independencia de la Línea E de subterráneos (metro) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Obras principales
Retratos de familia (1963)
Ícaro (1965) (Colección Berninger, Zúrich).
Sacando la lengua (1965)
Zorro (1965)
Á vous de Faire l´Historie II (1967)
París interrumpido
La Memoria (1968)
Elefante con fondo claro (1972)
Superman (1967)
La distancia y la mirada (1976-1977) (Museo Nacional de Bellas Artes (Argentina), sede Buenos Aires).
El triste (1980)
Baño Turco(1982)
No sé qué pasa (1986)
Saga Familia Urbana (1990) ciudad de Córdoba, Argentina;
Cartas a Milena (en alusión a la correspondencia de Kafka) (1997)
Volver temprano (1998)
Historias de París (2007), ilustraciones para cuatro relatos de Mario Benedetti, Barcelona
Don Hipólito navegante (2012), ilustraciones para un relato de Alejandro García Schnetzer