El 9 de Julio se celebra el Día de la Independencia en Argentina y hay un elemento infaltable en estas celebraciones, algo que cada celebración patria esta presente en la mayoría de las mesas, un símbolo, una tradición: la de servir un delicioso chocolate bien caliente.
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— Palermo Online Noticias (@palermonline) July 7, 2024
Primero se cocina la masa, luego se le da forma con la mano y con la amasadora hasta que toma cuerpo, después se pasa por la churrera y se deja airear un rato antes de freírlos en aceite caliente hasta que estén dorados
Cuentan que los churros con chocolate forman parte de las costumbres mañaneras de los madrileños y permiten a ciertos noctámbulos recuperar, sino el honor, por lo menos el aplomo. Como los huevos revueltos para gente con menos glamour.
Los que se consumen en nuestro país son los denominados “churros madrileños”, que se suelen acompañar con un tazón de chocolate caliente, aunque entre nosotros forman parte del rito del mate. Pero en otros lugares se los conoce como “jeringas” (por el aparato en forma de jeringa que se usa para hacerlos) o “chichis”, como los llaman en Francia. Y su popularidad incluye países con poca tradición latina como Inglaterra y Estados Unidos.
Los churros integran la línea de los denominados “frutos de sartén”, en la que también se incluyen las porras españolas (más gruesas) y las berlinesas (con forma de bola). Claro que las masas de estos dos productos difieren de la de los churros, ya que incluyen bicarbonato de sodio y hasta vainilla. De todas maneras, todos se integran al lote de exquisiteces no dietéticas que hacen a la tradición de un desayuno o una merienda, en especial en estos tiempos de vacaciones. Y ya que se habla de tradición, vale una referencia a las denominaciones de algunos de esos productos que panaderos con ideas anarquistas, usaron como una forma de ironizar al clero y a los militares. Así surgieron las bolas de fraile, los sacramentos, los vigilantes y los cañoncitos. Pero esa es otra historia.
Consejos para preparar el mejor chocolate
En un principio esta bebida no era caliente, si no que se trataba de una mezcla de granos de cacao, agua, vino y pimienta. Luego, en España, comenzó a calentarse. Lo interesante es que fue Moctezuma (el líder del imperio Azteca cuando arribaron los españoles) quien le introdujo a Hernán Cortés su bebida favorita, el “chocolatl”, siendo ésta la antecesora del chocolate caliente contemporáneo. Se trataba de granos de cacao mezclados con vainilla de una forma especial, que formaba una bebida con una textura parecida a la miel. Tan apreciada era, que el emperador la tomaba en una especie de copa de oro puro.
Ahora, las sugerencias
La clave para un buen chocolate caliente está, sin dudas, en utilizar mucho chocolate. Por cada litro de leche, necesitamos aproximadamente 180 gramos de chocolate semiamargo. Incluso se le puede poner más (es una cuestión de gustos en realidad, pero es seguro que con poco chocolate la bebida no tiene gracia). Durante toda la preparación, se debe estar revolviendo la mezcla lentamente. Esto es muy importante para que quede uniforme.
Se debe poner la leche toda junto con el chocolate, y calentar a un fuego bajo. Al principio se puede subir el fuego para llegar a una temperatura un poco más elevada más rápido, pero en seguida hay que bajarlo. La leche no puede hervir, pero se debe calentar por la mayor cantidad de tiempo posible, para asegurarse que el chocolate se mezcle de forma completa.
Agregados extra
Cuando está medianamente caliente, se le agrega crema de leche (aproximadamente 1/8 de taza, pero se puede bajar si no queremos que quede muy pesado). Luego, se le agrega una yema de huevo y se revuelve de forma un poco energética por un buen rato (5 minutos aproximadamente) para que la yema se mezcle bien. La yema le dará a nuestro chocolate una consistencia más espesa.
Luego, mientras se está revolviendo, se le agrega canela y azúcar a gusto, algunos incluso le agregan pimienta. El tiempo total en el fuego es en general de 25 minutos aproximadamente, aunque se deja lo que sea necesario para que no queden partículas de chocolate sin mezclar.
El compañero ideal
El chocolate con churros es un plato típico de la gastronomía de España difundido en países como Argentina, Chile, México, Uruguay y Venezuela desde hace más de un siglo. Se consume como desayuno a horas muy tempranas y en algunas ocasiones se sirve como merienda. Es un alimento típico de España que se toma frecuentemente durante los meses fríos de invierno. Este desayuno es un contraste de sabores equilibrado, la dulzura amarga del chocolate mezclada con los aromas salados y aceitosos del crujiente churro hacen una pareja ideal.
UN CLASICO
Olleros
Es una de las churrerías más antiguas de Capital fundada hace 50 años por tres amigos Schillaci, Murcia y Romero y hoy siguen al frente sus respectivos nietos. «La esencia de la fábrica es mantener el mismo churro en el tiempo y no bajar la calidad», asegura Luciano (propietario y maestro churrero). Aquí todo es fresco y artesanal, los churros son riquísimos y más grandes que los demás y como se van haciendo a la vista mientras se van vendiendo siempre están crocantes desde los rellenos con dulce de leche o crema pastelera (sólo en invierno) hasta los bañados con chocolate. También hacen roscas, tortas fritas y pastelitos, pizzetas y prepizzas.
– Olleros 4169, Chacarita, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel.: 4553 2669
Abre de 4 a 20hs todos los días del año (menos 3 o 4 días en las fiestas).
Receta de Chocolate con Churros al Estilo 1810
Ingredientes
Para el Chocolate:
- 200 g de chocolate amargo
- 1 litro de leche entera
- 100 g de azúcar
- 1 ramita de canela
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 pizca de sal
Para los Churros:
- 250 g de harina
- 250 ml de agua
- 1 pizca de sal
- Aceite para freír (preferiblemente aceite de girasol)
- Azúcar para espolvorear
Preparación
Chocolate:
- En una cacerola, calentar la leche con la ramita de canela a fuego medio hasta que esté caliente pero sin llegar a hervir.
- Agregar el chocolate troceado y remover continuamente hasta que se derrita completamente.
- Añadir el azúcar, la esencia de vainilla y la pizca de sal, y seguir removiendo hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y la mezcla espese un poco.
- Retirar del fuego y dejar reposar para que los sabores se mezclen bien.
Churros:
- En una cacerola, hervir el agua con la pizca de sal.
- Una vez que el agua esté hirviendo, añadir de golpe la harina y remover rápidamente con una cuchara de madera hasta formar una masa homogénea y sin grumos.
- Dejar que la masa se enfríe un poco y luego transferirla a una manga pastelera con una boquilla en forma de estrella.
- Calentar el aceite en una sartén grande y, cuando esté bien caliente, formar los churros con la manga pastelera, cortándolos con unas tijeras al tamaño deseado.
- Freír los churros hasta que estén dorados y crujientes. Retirarlos con una espumadera y colocarlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Espolvorear los churros con azúcar mientras aún están calientes.
Presentación:
Servir los churros recién hechos acompañados del chocolate caliente en una taza. Para una experiencia más auténtica, disfrutar de este manjar con amigos o familia en una tarde fresca.
Esta receta de chocolate con churros al estilo 1810 revive la tradición y el sabor de la época colonial argentina, combinando el dulce del chocolate con la textura crujiente de los churros, un verdadero deleite criollo.