¿Cómo cuidarse para no engordar?

El Dr. Máximo Ravenna considera que los festejos de fin de año constituyen una etapa crítica para quienes sufren problemas de sobrepeso y obesidad, aún cuando estén llevando a cabo un tratamiento para enfrentar este tipo de trastornos. Sin embargo, el especialista afirma que es posible salir ileso de la batalla contra las tentaciones y explica cómo hacerlo.

En estas festividades es muy difícil controlar lo que comemos, especialmente cuando frente a nosotros tenemos una mesa llena de turrones, frutos secos, budines, pan dulce, etc.

Se supone que la principal finalidad es la celebración propiamente dicha, y como estamos acostumbrados, siempre abunda la comida y la bebida.

Para Ravenna, durante estos días “es fundamental ser previsor y focalizarse en todas las rutinas que hacen bien y mantenerlas, respondiendo a las tentaciones con un nivel de distancia, cuidado y responsabilidad que dé seriedad al método de adelgazamiento que se han propuesto”.

“Lo más complicado es el día después, cuando quedan las sobras de las comidas y el ocio gana terreno sobre las ocupaciones que nos distraen, aumentando significativamente las posibilidades de volcarnos agresivamente sobre los alimentos” aseguró el psicoterapeuta y remató que “el tiempo ocioso es un enemigo acérrimo de las dietas y del cuidado corporal porque el aburrimiento y la ansiedad son disparadores natos del desajuste alimentario”.

Ante ésto, es importante también desviar la atención para que la comida no sea el centro de de todos. Así, es aconsejable conversar, compartir experiencias y disfrutar de familiares y amigos en lugar de estar todo el tiempo pendiente de qué comer a cada instante.

En cuanto a qué poner sobre la mesa, el titular del reconocido centro terapéutico que lleva su nombre recomienda un menú a base de frutas, fiambres y quesos magros acompañados con postres de gelatinas de bajas calorías.

Finalmente Ravenna bregó por la negativa a las tentaciones de estos días y dejó una frase que debe estar presente en la cabeza de todos quiénes sufren de sobrepeso y obesidad: “nunca va a traer tranquilidad darse el gusto de romper con el tratamiento porque el gusto termina cuando ya me lo di y se transforma inmediatamente en disgusto”.