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Deshidratación: 5 consejos para evitar golpes de calor.

Comienza la época más calurosa del año y con ella la posibilidad de deshidratarnos, afectando tanto nuestro rendimiento físico como mental. La natural pérdida de líquido, por sudoración y orina, se incrementa por las altas temperaturas, siendo importante que sea enfrentado a tiempo, antes de llegar a la deshidratación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la deshidratación como la “alteración que sufren los seres humanos ante la ausencia de sales minerales y agua en el cuerpo”. Sus causas pueden ser diversas, estando entre las más frecuentes: exposición a temperaturas elevadas, ejercicio intenso y falta o insuficiente consumo de líquidos. Los problemas de salud vinculados a la deshidratación pueden ocurrir en todas las edades, siendo más frecuentes en bebes y niños, adultos mayores y embarazadas.

Por esta razón, Norma Guezikaraian, directora de la carrera de Nutrición de Fundación Barceló indican una serie de síntomas ante los cuales debemos estar alerta: la sed es el primer síntoma, si sentimos sed ya comenzó la deshidratación, continúa la sed intensa y sequedad en la boca, temperatura corporal mayor a 39º, sudoración excesiva, agotamiento o debilidad, dolores de cabeza y/o mareos o desmayos. Asimismo, la piel seca y arrugada, latidos cardiacos rápidos, ojos hundidos, hipertensión arterial, y/o orina oscura o nula, son indicios para consultar una guardia médica o profesional de confianza.

Lo recomendado es beber 2 litros de agua segura diarios (equivalente a 8 vasos) para mantener una adecuada hidratación. Además Fundación Barceló suma algunos consejos para evitar golpes de calor:

No esperar a sentir sed: esta sensación es un mecanismo tardío del organismo para recuperar el líquido corporal. Es importante beber agua durante todo el día para no llegar a esta instancia.
En caso de hacer actividad física es conveniente beber más: lo ideal es sumar medio litro antes y después del ejercicio y beber cada 10 y 15 minutos durante el proceso.
Acompañar todas las comidas con agua: ayudará a llegar a la cantidad recomendada.
Refrescarse con agua fría: ante la sensación de calor se recomienda humedecer las muñecas y la nuca. En estas zonas pasan venas y arterias que refrescarán la sangre en circulación, generando alivio y frescura.
Ayuda memoria: es importante beber a conciencia agua .Para quienes no tienen el hábito existen aplicaciones para el celular que ayudan a recordar su ingesta, o incluso pueden usarse alarmas tradicionales.
Consumir frutas y verduras: son ricas en agua, vitaminas y minerales y su consumo sirve para mantenerse hidratado o rehidratarse.

Uno de los principales objetivos de la Fundación Barceló es la prevención de la salud. Por esta razón, el Instituto Universitario de Ciencias de la Salud brinda información útil para la comunidad.

¿Qué es una ola de calor?

Según el sitio web del SMN, una ola de calor se define como un período en el cual las temperaturas máximas y mínimas igualan o superan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos umbrales que dependen de cada localidad.

Esos umbrales se establecen en base al denominado Percentil 90 (P90), que también puede verse como la temperatura por encima de la cual uno se encuentra dentro del 10% de temperaturas más altas para ese lugar, acorde al registro histórico de cada localidad. Superado ese umbral, se considera que una temperatura es extrema.

¿Qué se recomienda ante una ola de calor?

– Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.

– No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 11 y las 17 horas).

– Evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas.

– Evitar comidas muy abundantes.

– Ingerir verduras y frutas.

– Reducir la actividad física.

– Usar ropa ligera, holgada y de colores claros; sombrero, anteojos oscuros.

– Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.

– Recordar que no existe un tratamiento farmacológico contra el Golpe de Calor y sólo los métodos clásicos, citados arriba, pueden prevenirlo y contrarrestarlo.

– Ante dolor de cabeza; vértigos; náuseas; confusión; convulsiones y pérdida de conciencia; piel enrojecida, caliente y seca; respiración y pulso débil, y elevada temperatura corporal (entre 41 y 42 grados centígrados), se deberá actuar de la siguiente manera: trasladar al afectado a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo; hacer que mantenga la cabeza un poco alta; intentar refrescarlo, mojándole la ropa, aplicándole hielo en la cabeza, dándole de beber agua fresca o un poco salada, y solicitar ayuda médica.