news

Los cuaderos quemados de Oscar Centeno con 1600 irregularidades.

Los cuadernos incendiados de Oscar Centeno: una causa trucha de toda truchicidad. Son cuadernos que fueron quemados. No más preguntas. Todo lo que sigue es re trucho.

En el 2018 Oscar Centeno declaró, en el juzgado de Claudio Bonadio, lo que jura que es su última versión sobre el destino de los ocho cuadernos en los que detalló rutas, pagadores y destinatarios de coimas. «Los quemé en la parrilla del fondo de mi casa», afirmó.

Es que la versión de la fogata no fue la primera que el chofer dio en los tribunales.

«Los tengo yo», había contestado un día antes, en la fiscalía de Stornelli, en la declaración como arrepentido en la que se suponía que estaba contando todo lo que sabía sobre las coimas.

Pero ese jueves la historia ya había empezado extraña. Al rato de decir que él tenía los cuadernos, Centeno agregó ante el fiscal la posibilidad de que tal vez su mujer los hubiera llevado a lo de su madre o su hermano (suegra y yerno de Centeno).

Entonces, Stornelli decidió salir en su búsqueda: levantó a Centeno y marchó con él, un prosecretario del juzgado de Bonadio y la policía hacia la casa del flamante arrepentido. Las fotos del grupo rumbo a ese operativo circularon el jueves por todos los portales y canales de TV.

Cuando llegaron, se encontraron con la mujer de Centeno. «¿Qué cuadernos?», preguntó ella ni bien su marido entró y le dijo lo que estaban buscando. Centeno fue directo a un ropero. Revisaba una y otra vez el mismo estante. Aseguraba que se suponía que era allí, debajo de unas carpetas con documentos, donde él los había dejado.

«¿Pero no te acordás que los habías quemado?», le dijo entonces su mujer, mirándolo fijo a los ojos.

«Sí», contestó Centeno, que explicó entonces que debía llamar a alguien más que podía aportar información, pero no tenía su teléfono. Iba a pedirle el número a su hija.

En ese punto, Stornelli y el prosecretario de Bonadio, cansados de las vueltas, coincidieron en que así no iban a llegar a ningún lado: le dijeron a los policías que revisaran toda la casa. No encontraron nada.

Volvieron a los autos y marcharon todos a un segundo destino: la supuesta casa del cuñado de Centeno en Bella Vista. Era una vivienda muy precaria, con olor rancio, parecía abandonada. Ahí tampoco estaban los cuadernos. Stornelli se hartó. «Pégenme un tiro, pero yo no los tengo», se disculpó Centeno.

«Era una película de Woody Allen», dijo el funcionario

Una causa trucha de toda truchicidad.

Se cae otra causa por trucha de toda truchicidad: Detectaron más de 1600 irregularidades en los cuadernos de Centeno

Se constató que en los escritos existen «varias manos autoras de esas correcciones, sobreimpresiones, testeados y tachados, como así también un inesperado cambio en la velocidad de la escritura con que se escribieron los cuadernos posteriores».

En base a los cuadernos escritos por Oscar Centeno se fundamentó una causa contra empresarios y exfuncionarios.

Un peritaje de la Policía Federal Argentina (PFA) detectó más de 1600 irregularidades en los cuadernos escritos por Oscar Centeno en base a los cuales se fundamentó una causa por corrupción y asociación ilícita contra empresarios y exfuncionarios kirchneristas que es instruida por el fiscal Carlos Stornelli.

El trabajo de la División de Scopometría de la Policía Científica constató que en los escritos que figuran en el expediente existen «varias manos autoras de esas correcciones, sobreimpresiones, testeados y tachados, como así también un inesperado cambio en la velocidad de la escritura con que se escribieron los cuadernos posteriores», según indicaron a Télam fuentes allegadas a la defensa del empresario Armando Loson, imputado en esta investigación.

El trabajo pericial, al que tuvo acceso esta agencia, sostiene que las irregularidades que se detentan en los escritos fueron hechas por «varias personas», en base al análisis caligráfico que se realizó.

Estas correcciones y sobreimpresiones fueron detentados por una pericia privada aportada en junio pasado por la defensa de Loson, que está a cargo del abogado Carlos Vela.

El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional N° 8, de conformidad con el fiscal Gerardo Pollicita, ordenó a pedido de Vela la realización de un “examen pericial oficial” sobre los originales de los cuadernos 7, 8 y 4, que figuran en la causa.

Adulteraciones: ademásde quemados en las copias encontraron «1600 problemitas»

De Giorgi ordenó a los peritos oficiales utilizar todos los medios técnicos y tecnológicos que estuvieran a su alcance como análisis cromatográficos, sustancias químicas, ópticas y lumínicas para determinar “si los textos conformados pertenecen o no a un mismo puño escritural» y para establecer «si se aprecian sobre escritos, testados o cualquier tipo de adulteración o modificación del texto originalmente plasmado”, entre otros requerimientos.

En el trabajo de la Federal se corrobora que los cuadernos peritados fueron escritos por Centeno, pero no así la infinidad de correcciones, enmiendas, sobrescritos y tachaduras.

Sobre eso, la pericia oficial revela que esas adulteraciones no fueron realizadas por el testigo arrepentido, y se comprobó la existencia de «varias manos actoras» en esas adulteraciones.

Para la defensa, «en la pericia oficial se remarca un cambio significativo en la velocidad de la escritura y una gran diferencia entre los primeros cuadernos y los últimos».

«Esto podría significar que los primeros fueron escritos en forma de ‘bitácora’ y los últimos podrían haber sido ‘dictados'», en función de lo que deduce la representación legal de Loson.

En ese sentido, se aporta que «en los cuadernos 7 y 8 hay diferencias en la velocidad en la escritura, y se presupone que pudo haber sido dictado».

Irregularidades

Las irregularidades se verifican también en todas las correcciones analizadas en los escritos, como aquellas en las que figuraba el nombre de «Armando» en vez de «Marcelo» o «Alem 855» por «Alem 942» y otras donde decían «Alem 985″ en su escritura original.

“Se empieza a dilucidar nuestra hipótesis de que todas esas irregularidades encontradas en los cuadernos solo buscaron involucrar a Loson para debilitarlo y poder quedarse con una de sus empresas vinculada al sector energético», señalaron a Télam desde la defensa del empresario.

“Se empieza a dilucidar nuestra hipótesis de que todas esas irregularidades encontradas en los cuadernos solo buscaron involucrar a Loson para debilitarlo y poder quedarse con una de sus empresas vinculada al sector energético»

En ese sentido, los representantes legales de Loson cuestionan que no se haya hecho una pericia como una prueba fundamental de esta causa, y plantean como interrogante si alguien intervino en los materiales que escribió Centeno y los que les fueron aportados al fiscal Stornelli.

Loson fue durante 42 años presidente de Albanesi SA, empresa centenaria de capitales privados nacionales, que acreditó en la causa judicial, mediante las numerosas presentaciones que hizo su defensa, que no se trata de una empresa constructora, ni proveedora del Estado.

La firma tampoco participó en obras públicas y es una generadora de energía eléctrica y comercializadora de gas con 11 centrales generadoras distribuidas en distintas zonas del país, según indican fuentes de Albanesi.

Loson, procesado en la causa de los cuadernos, había formulado la denuncia luego de establecer que en los cuadernos de Centeno había tachaduras, enmiendas, sobreescrituras y otras irregularidades que tendían a involucrarlo en situaciones de las que no había participado.

«Advertí que en las mal llamadas ´fotocopias de los cuadernos´ (en realidad son copias digitalizadas), se habían utilizado como base ‘hechos verdaderos’ (algunas pocas entregas de dinero para campañas políticas, 3 o 4 entregas como máximo), pero luego se tergiversaron e inventaron otros», había señalado el empresario en su denuncia.

Y detalló: «Se inventaron sucesos, fechas, cifras en moneda extranjera absolutamente falsas, se modificaron circunstancias de hecho, nombres, etc.; y entiendo, humildemente, que todo ello excede claramente la actuación unipersonal de una persona».

El análisis realizado por los peritos privados (del Estudio Latour) permitió detectar 195 correcciones conformadas con lo que sería líquido corrector de color blanco, 1373 sobre escritos, y 55 testados, totalizando no menos de 1.600 alteraciones del texto original.

Al ingresar en los detalles, los peritos de parte detectaron que en más de una oportunidad el nombre «Armando» había sido sobrescrito, con una letra distinta, arriba de otro nombre –»Marcelo»- que en ocasiones ni siquiera había sido corregido en la continuidad del texto presentado en abril pasado.

Loson declaró como imputado colaborador en la causa de los cuadernos y siempre dijo que las entregas de dinero que realizó fueron de su patrimonio –y no del de la empresa que encabezaba- y para campañas electorales.

Así lo expuso en su denuncia: «Quiero dejar en claro que el dinero que aporté para las campañas electorales en cuestión, es dinero en moneda nacional que acredité documentalmente haber extraído de mi cuenta corriente bancaria personal».

El caso de los Cuadernos, que tuvo por juez al fallecido Claudio Bonadio y por fiscal a Carlos Stornelli, estalló en agosto de 2018 cuando aquel magistrado dispuso una serie de detenciones simultáneas a empresarios que aparecían en los textos y fueron acusados de haber pagado coimas a funcionarios públicos.

La causa se había iniciado con el testimonio de un periodista del diario La Nación (Diego Cabot) que aportó además las copias digitalizadas de los cuadernos de Centeno.

En agosto de 2018, en su segunda declaración como arrepentido, Centeno aseguró ante la justicia que había quemado la versión original de los cuadernos en los que registró el detalle de los viajes de funcionarios públicos con valijas supuestamente llenas de dinero.

Sin embargo, los cuadernos reaparecieron el 23 de octubre de 2019, cuando el periodista Cabot retornó a la Fiscalía de Stornelli (que ya no tenía la causa porque había sido elevada a juicio oral), alegando haber recibido, otra vez, por parte de una persona a la que no identificó 6 de los 8 cuadernos, aparentemente originales.

En la investigación del caso cuadernos están procesados y enviados a juicio oral empresarios como Juan Chediak, Ángelo Calcaterra y Carlos Wagner; como también la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y exfuncionarios de su gobierno, como Julio De Vido, además del propio arrepentido Centeno, entre otros.