Preventiva al joven que intentó violar a una mujer en el baño de un restaurante de Palermo

El joven no pudo concretar el ataque porque un mozo se lo impidió.

El joven de 19 años que el pasado 7 de setiembre intentó violar a una mujer en un baño de un restaurante del barrio porteño de Palermo, pero no pudo concretar el ataque porque un mozo se lo impidió, fue procesado con prisión preventiva por «abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa».

La medida fue dispuesta por la jueza de instrucción Yamile Bernán, quien además le trabó embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 15 mil pesos.

El presunto agresor, correntino y apodado «Laucha», está acusado por los hechos ocurridos en el interior del bar y restorán «La Niña de Oro», situado en la avenida Santa Fe al 4.500 de esta Capital, cuando abordó a una joven que estaba en el baño, se bajó los pantalones y la manoseó hasta que fue sorprendido por un mozo.

Cómo ocurrió
La víctima estaba haciendo la fila en un boliche ubicado enfrente cuando fue al local a pedir permiso para ir al baño.

Según documentación a la que tuvo acceso DyN, el agresor -cuya identidad esta agencia mantendrá en reserva- «aprovechando que la damnificada se encontraba haciendo sus necesidades en el interior del habitáculo donde estaba el inodoro entró al baño e intentó abrir la puerta».

Pese a la resistencia de la joven, el agresor consiguió abrir la puerta y «al entrar se bajó el pantalón y el calzoncillo, quedando con los genitales al descubierto» y así, «comenzó a manosearla» y «le pedía que se callara mientras la damnificada gritaba pidiendo ayuda y trataba de sacárselo de encima».

«El accionar se vio interrumpido por uno de los mozos del comercio que había advertido que el imputado ingresó al baño de mujeres… En el momento en que entró en el habitáculo, el imputado estaba tomando a la víctima de espalda a la altura del cuello con uno de sus brazos y con la otra mano le manoseaba los pechos», explica la resolución judicial.

Al prestar declaración indagatoria, el acusado «presentó un escrito a través del cual dijo que no recordaba casi nada de lo ocurrido porque el día en que sucedió había ingerido mucho alcohol».

Pero la jueza Bernán descreyó de esa excusa: «escapa a toda lógica ese argumento pues al ser sorprendido mientras perpetraba el suceso manifestó a distintos agentes que la víctima era su novia, en un intento de justificar su actuar. A ello se suma que al ser sindicado como la persona que había querido abusar de ella intentó darse a la fuga. Es más, ninguno de los preventores refirió que tuviera síntomas de encontrarse en estado de inconsciencia ni bajo los efectos del alcohol».

La jueza dispuso la prisión preventiva porque entendió que en libertad el acusado intentará fugarse, ya que «su arraigo es incierto por cuando se domicilió en distintas provincias y reside en esta ciudad, en la casa de su tía, desde hace menos de 15 días, no dando cuenta acerca de los domicilios de sus familiares, como tampoco de su presunto trabajo».

«Considero que en caso de recuperar su libertad, el inculpado intentará eludir el accionar de la Justicia», subrayó la magistrada al disponer el encierro del imputado.