Primeros auxilios. Con un entrenamiento sencillo se puede salvar una vida.

Los primeros auxilios son aquellos cuidados apropiados e inmediatos que se aplican a víctimas de accidentes o con enfermedades repentinas antes de que sean atendidos en un centro asistencial. Su propósito es conservar la vida, evitar mayores complicaciones, ayudar en la recuperación de la persona y asegurar su traslado a un centro de salud.

Las emergencias que requieren con mayor frecuencia primeros auxilios son: el ataque cardíaco, la asfixia por sofocación, la inmersión, la electrocución, las obstrucciones de las vías aéreas, heridas y traumatismos graves. En la mayoría de estos casos de urgencia la primera persona que asiste a la víctima no es un profesional médico, por esta razón es conveniente que todas las personas posean, al menos, conocimientos básicos acerca de cómo proceder frente a estas situaciones.

Los objetivos de los primeros auxilios son:

Evitar la muerte.
Evitar el agravamiento de las lesiones.
Impedir más lesiones de las ya ocasionadas.
Aliviar el dolor.
Evitar infecciones.
Ayudar o facilitar la recuperación del lesionado.
Las pautas generales para prestar primeros auxilios son:
Actuar si hay seguridad respecto a lo que se va a hacer; la buena voluntad no es suficiente para ayudar, ya que las técnicas a aplicar son diferentes de acuerdo el caso y las necesidades de la víctima. Es necesario saber qué hacer y qué no.
Evitar el pánico y conservar la serenidad para poder actuar con rapidez y eficacia.
No alejarse de la víctima. Si usted se encuentra solo solicite la ayuda necesaria, llame al 107 y pida asistencia.
Efectuar una revisión general de la víctima para detectar lesiones que pueda no haber visto en un primer momento.

¿Cuáles son las conductas fundamentales cuando se efectúan primeros auxilios?
Son las denominadas P.A.S. – Proteger, Alertar, Socorrer –

Proteger a la víctima y al resto de las personas del foco que origina la emergencia. Evitar tomar contacto con sangre, secreciones, fluidos biológicos y materiales contaminantes o desconocidos.
Alertar: pedir ayuda y activar el SEM (sistema de emergencia: llamar al 107)
Socorrer: poner en práctica aquellas medidas de auxilio imprescindibles, entre ellas la de reanimación cardiopulmonar básica (RCP), para mantener con vida a la víctima hasta que llegue el personal entrenado que se hará cargo de la situación.

El entrenamiento en primeros auxilios dista de ser una capacitación compleja; con dedicar algunas horas en un curso de RCP y primeros auxilios se obtienen los conocimientos necesarios para prestar auxilio ante una emergencia. “En el ICBA desarrollamos una intensa actividad para la comunidad ofreciendo charlas y también cursos sobre estos temas” explica el Lic. Pablo Morales del ICBA, “el compromiso es también con nuestro personal y es nuestro objetivo que todos los empleados del ICBA conozcan las maniobras básicas de primeros auxilios y RCP. Para esto, periódicamente dictamos los cursos de entrenamiento con amplia opción de horarios y días para que todos puedan asistir”. El licenciado agrega que es importante que estos cursos sean acreditados por una organización con trayectoria y experiencia e incluyan la práctica con simuladores humanos.

Para prestar primeros auxilios muchas veces es necesario contar con elementos de protección y curación, por eso es fundamental contar con un botiquín básico. Este debe disponerse en un lugar fresco, seco, limpio, de fácil acceso y, al igual que los medicamentos, debe ubicarse lejos del alcance de los niños. Los elementos tienen que mantenerse en buen estado, deben controlarse sus fechas de vencimiento y reponerse periódicamente.

Elementos básicos que debe contener un botiquín:
Guantes descartables de látex (para no contaminar heridas y para seguridad del socorrista).
Gasas y vendas estériles.
Apósitos estériles.
Cinta adhesiva.
Tijera.
Alcohol en gel.
Antisépticos: clorhexidina, agua oxigenada.
El botiquín no debe contener medicamentos.
Listado de teléfonos útiles (servicio de emergencias, centro de toxicología, hospital).