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Comer sano y hacer ejercicios, otra manera de disfrutar.

Comer sano y hacer ejercicios, otra manera de disfrutar.

Para el ejercicio, una buena rutina puede incluir una combinación de cardio, fuerza y flexibilidad. Por ejemplo:

Cardio: Correr, andar en bicicleta, nadar o saltar la cuerda. Esto ayuda a mejorar la resistencia cardiovascular.
Fuerza: Entrenamiento con pesas, ejercicios corporales como flexiones, abdominales, sentadillas, etc. Esto fortalece los músculos y los huesos.
Flexibilidad: Yoga, estiramientos estáticos. Esto mejora la flexibilidad y reduce el riesgo de lesiones.
En cuanto a las comidas saludables, te recomendaría:

Verduras y frutas frescas: Son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes.
Proteínas magras: Pescado, pollo sin piel, legumbres, tofu, etc.
Granos enteros: Arroz integral, quinua, avena, etc.
Grasas saludables: Aguacate, frutos secos, aceite de oliva.

Es la estación ideal para hacer ejercicios, comer sano y variado para lograr rebajar los hasta cinco kilos que suman luego de las ingestas o atracones.

«Pueden haberse incorporado entre 8.000 y 16.000 calorías, con lo cual no es sorprendente que una persona adulta llegue a aumentar unos cinco kilos durante esos días», señaló el médico Silvio Schraier, de la Fundación Argentina de Nutrición (FAN).

Para iniciar la dieta post festejos, el especialista en nutrición recomendó «priorizar la ingesta de agua, té, caldos, tostadas o galletitas de agua, algún pequeño trozo de queso light y jugos de frutas naturales».

Paulatinamente, indicó, hay que incorporar «pollo hervido o asado, puré de zapallo, de zanahoria, verduras de hoja, legumbres, papa, batata, tomate, choclo, palmitos, además de licuados y ensaladas de fruta sin el agregado de azúcar».

Para la dieta ayuda mucho ser organizado y programar mejor lo que se va a comer durante el día

Según el especialista, para reordenar la dieta «ayuda mucho ser organizado y programar mejor lo que se va a comer durante el día».

En las vacaciones, dijo, la mayoría de las personas reducen el ritmo de actividad que tienen durante el resto del año, por lo que suele disponerse de más tiempo para ir al supermercado y elegir mejor los alimentos «en lugar de acumular comidas congeladas rebozadas y recurrir a los deliverys, poco saludables».

El especialista explicó que un hombre de peso normal según el tamaño de su cuerpo, «debería consumir entre 2.000 y 2.500 calorías al día, y una mujer, entre 1.500 y 2.000. Para bajar de peso, esos hombres deberían ingerir cerca de 1.500 calorías y las mujeres 1.200”.

Para contribuir al descenso de peso «existe una estrategia complementaria que consiste en la incorporación de suplementos dietarios, que han demostrado eficacia y seguridad», aconsejó el médico.

Uno de esos suplementos es «el ácido linoleico conjugado (CLA) original, una sustancia de origen natural con evidencia científica que avala sus beneficios en el marco de un plan nutricional destinado a alcanzar un peso saludable», ejemplificó.

Schraier explicó que «el CLA disminuye la grasa que se acumula y, junto con el ejercicio, reemplaza parte de esas grasas transformándola en músculo».

A estas recomendaciones alimenticias sumó ideas para optimizar o iniciar actividades físicas, «que son recomendables realizar a primera hora de la mañana o cuando cae el sol, para evitar los golpes de calor».

La ingesta de líquidos antes, durante y después del ejercicio y «no salir en ayunas, porque está comprobado que así se pierde masa muscular y no grasa», son otras de la sugerencias médicas.

Schraier aseguró que «cualquier ejercicio aeróbico es útil: caminar, correr, trotar, nadar, bailar, andar en bicicleta. Es ideal hacerlo entre 30 y 60 minutos por día, seis a siete días por semana».

Esta rutina es la sugerida ya que los músculos «no tienen memoria, por lo que no sirve hacer muchas horas pocas veces por semana; por ejemplo, el domingo, que tengo más tiempo, camino 6 horas seguidas; es inútil», aseveró.

Para el nutricionista no hay que privarse de comer en restaurantes, optando por «ensaladas de distintos vegetales, condimentadas con vinagre, aceto o jugo de limón, y sólo una cucharada de postre de aceite».

Otra opción es «compartir los platos -que suelen ser abundantes-tanto porque tendrá, lógicamente, la mitad de calorías que el plato completo, como porque reducirá el costo también a la mitad”.

Un buen descanso completa el plan sugerido por el médico, que consideró que el verano «es buena oportunidad para regularizar el descanso, lo que contribuye al control del sobrepeso, ya que dormir poco puede llevar a comer más porque se desorganiza el reloj biológico».

Por otra parte, «está demostrado que la gente que no desayuna engorda más que la que lo hace y también es cierto que para bajar de peso es imprescindible desayunar”, advirtió el especialista.