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Secta: embargan 37 propiedades, 13 autos y congelan bienes de los imputados

Secta: embargan 37 propiedades, 13 autos y congelan bienes de los imputados

Así lo dispuso el juez federal Ariel Lijo. Las medidas cautelares de aseguramiento de bienes habían sido solicitadas por el fiscal Carlos Stornelli y sus colegas Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, titulares de la Procuraduría contra la Trata y la Explotación de Personas (Protex).

El juez federal Ariel Lijo dispuso la inhibición general de bienes de los imputados en la causa en la que se investiga a la secta que operaba en el barrio porteño de Villa Crespo y ordenó el embargo preventivo de 37 inmuebles y 13 automóviles, informaron fuentes judiciales.

Las medidas cautelares de aseguramiento de bienes habían sido solicitadas por el fiscal Carlos Stornelli y sus colegas Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, titulares de la Procuraduría contra la Trata y la Explotación de Personas (Protex), detallaron las fuentes.

La fiscalía solicitó además que se rechacen las excarcelaciones reclamadas por los imputados, quienes se negaron a declarar ante el juez Lijo, en los tribunales federales de Comodoro Py, dijeron las fuentes.

En tanto, entre los bienes embargados se encuentra los domicilios allanados, ubicados en Estado de Israel 4453/57, donde funcionaba la Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA), y el edificio de Guardia Vieja 4072, donde se encontraba la clínica «CMI-Abasto», según surge de la resolución a la que accedió Télam.

A través de esa resolución, el juez también ordenó la inhibición general de bienes, la inmovilización y congelamiento de las cuentas y productos bancarios y al franjado de las cajas de seguridad que registraron los imputados.

También se dispuso el bloqueo de los productos que pudieran registrar los imputados en el mercado de capitales, para lo que se libraron oficios a los Registros de la propiedad inmueble y automotor correspondientes, al Banco Central de la República Argentina (BCRA) y a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

En total fueron 19 personas las detenidas el viernes último, en el marco de 50 allanamientos realizados en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano.

En la causa se investiga a la organización a la que pertenecen -BA Group y sus subsidiarias Escuela de Yoga Buenos Ares (EYBA) y Clínica CMI Abasto- por trata de personas con fines de explotación sexual y laboral, según informaron fuentes policiales y judiciales.

Para los investigadores, Juan Percowicz era el creador y líder de la organización, pero bajo su orden había una línea de al menos 18 personas que lo secundaban y que tenían a su cargo los distintos «emprendimientos».

Tanto Percowicz como los otros 18 detenidos se negaron a declarar en el juzgado Criminal y Correccional Federal 4, a cargo de Ariel Lijo.

La organización tenía tres grandes ejes de donde conseguir ingresos: uno era el sector de salud, que incluía la internación por adicciones, el suministro de psicofármacos, y el funcionamiento de una clínica en donde se prometía la «sanación».

Un segundo eje era el «sobre ceremonial», que se basaba en el pago mensual de USD 200 por parte de los «alumnos» para ser parte de la organización, que podía llegar hasta la suma de USD 10.000, dependiendo el alumno.

Por otra parte, a los «alumnos» se les apropiaban sus bienes y se los colocaba a disposición de la organización, haciéndolos firmar, en algunos casos, testamentos a favor de sus miembros.

El tercer eje de la organización, y una de las principales fuentes de financiamiento, era la explotación sexual de alguna de sus «alumnas», que en la jerga de la organización denominaban «geishado VIP» o «palomear», que consistía en enviarlas «a mantener encuentros sexuales con personas de elevado poder económico para obtener dinero, protección y/o influencias».

Su objetivo era captar a empresarios o personas de poder para «obtener grandes sumas de dinero para la organización».

Los investigadores creen que la organización captaba a «alumnos y alumnas» desde al menos el año 2004 y «contaba con una estructura jerárquica y piramidal de la que participaban aproximadamente 179 alumnos, repartidos entre sus diversas sedes ubicadas principalmente en esta ciudad, y en Las Vegas, Chicago y Nueva York».

La organización tenía su sede porteña en un edificio ubicado en Estado de Israel al 4457, lindera con un supermercado chino y un local de repuestos de automotores, cuyo empleado aseguró a Télam no haber visto «nada» extraño.

En cuanto a la construcción, de color verde agua con varios balcones llenos de plantas, cuenta con dos entradas con la misma numeración, una de las cuales se encontraba con uno de los vidrios rotos, a raíz del allanamiento que realizó la policía el viernes pasado, explicó una vecina que vive a pocos metros del edificio.

«Lo único que se escuchó fue cuando rompieron el vidrio de la puerta, pensé que era algo de drogas y la verdad no tenía ni registro del edificio, vivo hace poco acá pero nunca vi nada», señaló la mujer.

«Cuando yo salí vi que llegaron como 30 policías, el SAME, los bomberos, vallaron todo y pusieron unas camillas a disposición con las que sacaron a gente mayor del edificio; no sé si estaban descompensados por la situación o si tendrían algo que ver con la secta», añadió.

Por último, señaló que en el edificio «hay algunos pisos de gente común, digamos, viviendo y el resto los usaban para tráfico de personas, prostitución… todo lo que ya escuchamos».

Otra vecina, residente de la misma cuadra, sostuvo que si bien «pensábamos que era una escuela de yoga, se veía mucho movimiento por fuera de lo normal, gente que entraba y salía, y algo raro se veía».

Por último, una mujer que salía de hacer las compras diarias en el supermercado vecino, explicó que hace más de 30 años que vive en el barrio y, siempre que pasó por la zona, vio «autos lujosos y entrada de mucha gente».

«A diferencia de uno que vive en el barrio y es clase media, siempre se vio gente de clase más alta, por el tipo de personas que salían del lugar», concluyó.

Secta de Villa Crespo: fiscales se oponen a excarcelación de los detenidos

Fueron indagados y acusados por asociación ilícita y trata de personas. Se negaron a declarar ante el juez Lijo.

Los fiscales Carlos Stornelli y Alejandra Mangano, esta última de la unidad fiscal anti trata de personas, pidieron que sean rechazados los pedidos de excarcelación de los 19 detenidos acusados de integrar una secta que operaba en Villa Crespo. Los pedidos de libertad fueron presentados por la defensa de los 19 implicados entre ellos su supuesto líder Juan Percowicz. Tras el dictamen de los fiscales, ahora debe resolver los pedidos el juez federal Ariel Lijo.

En las últimas horas, los 19 detenidos se negaron a declarar ante Lijo por consejo de su abogado. La estrategia de la defensa va a ir por plantear que el caso ya fue investigado años atrás y todos fueron sobreseídos, por lo que no se los puede investigar dos veces por los mismos hechos.

Según la investigación que dirige la Justicia con la Policía Federal, la secta prometía, entre otras, cosas terminar con «los males del SIDA y las drogas”, una suerte de ejercicio ilegal de la medicina.

Las acusaciones

La acusación más grave tiene que ver con el delito de trata de personas, pues captaban a personas a quienes las obligaban a tener relaciones sexuales, tal cual surge del expediente. La organización tenía base bajo el nombre BA GROUP y sedes en los Estados Unidos. En la actualidad se estima que la cantidad de «alumnos de la familia BAYF» que posee ésta estructura delictiva ascendería aproximadamente a 170 personas en la Argentina y otros tanto en los Estados Unidos, quienes aportan a dicha organización una cuota mensual en divisas extranjeras, que denominan «ceremonial».

También cuenta con otros 1.500 «alumnos captados» por BA GROUP, a los que les cobran por capacitaciones «evolutivas», clases de lectura y distintas jornadas dirigidas a organismos estatales, provinciales o municipales, consejos profesionales, organizaciones con o sin fines de lucro, emprendedores y o público en general.

Tras casi un año de tareas investigativas los detectives pudieron determinar que la organización utilizaba a sus adeptos para el ofrecimiento de relaciones sexuales a «personas de poder» (que eran captados en bares y lobbys de hoteles) y además se dedicarían a realizar «curas de sueño» a personas captadas en el extranjero en una clínica denominada «CMI ABASTO», ingresando de esta manera dólares y euros al circuito legal mediante inmobiliarias y escribanías, que tiene la organización en el país.