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Vajilla pintada a mano: cómo cuidarla

 

La vajilla pintada a mano siempre es una pieza que queremos cuidar, conservar. Muchas veces le tenemos un cariño especial pues nos la regaló alguien muy querido o perteneció a algún integrante de la familia. Entonces, ¿cómo cuidarla? Estas piezas no necesitan un cuidado especial, solo seguir los recaudos que tenemos con la vajilla en general.

Como todas las piezas, las pintadas a mano pueden ser usadas cotidianamente y no se deterioran. Quizá, un cambio algo notable puede ser que el color que aclare un poco, pero esto sucede si las limpiamos con productos muy abrasivos o si utilizamos mucho detergente al lavarlas.

Lejos de lo que los mitos puedan decir, se pueden utilizar para calentar alimentos en el microondas. Incluso, los platos pintados a mano lucen bien luego de años de uso diario (esto implica lavado, uso de comidas que a veces manchan las superficies, guardado).

Por el contrario, la vajilla pintada a manos no tiene grandes problemas (se la hornea a 800 grados y así queda como el resto de la vajilla), excepto que se la busque para un emprendimiento gastronómico de alta rotación de clientes, pues en esos lugares se usan abrasivos como lavandina o alcohol para higienizar estos productos deterioran su color.

Para guardarlas, hay que tener especial delicadeza pues la cerámica es un poco más fácil de cacharse que la porcelana. Por eso, si se la va a apilar por un largo período, lo ideal es color un separador (paño o papel de rollo) entre una pieza y otra para evitar golpes.

Por último, como a todas las tazas, el café puede manchar sus fondos. Para eliminar esa molestia se puede colocar un poco de jugo de limón para blanquearlas.

La Nebulización sirve como hidratación de las mucosas respiratorias.

Jardín de los Poetas del Rosedal de Palermo.

Jardín de los Poetas del Rosedal de Palermo.