Regimineto Patricios

Museo Regimiento Granaderos a Caballo «General San Martín». Cuartel de Palermo.

En 1963, la Secretaría de Estado de Guerra dispuso que todas las Unidades y organismos del Ejército debían habilitar en sus instalaciones, una Sala Histórica destinada a atesorar todo el patrimonio de valor histórico relacionado con la trayectoria de cada organismo.




Regimiento Granaderos a Caballo «General San Martín»

Se organizó así ese año la Sala Histórica del Regimiento Granaderos a Caballo «General San Martín», utilizando al efecto el Salón de Conferencias de Oficiales del edificio principal del Cuartel de Palermo, conformándola con los objetos históricos existentes en sus distintas dependencias y los recibidos a través de donaciones efectuadas por personas e instituciones relacionadas con la Unidad.

Dada la constante incorporación de patrimonio y el interés evidenciado en sus visitas por diferentes delegaciones nacionales y extranjeras, colegios y particulares, en el año 1967 se decidió ampliar con dos Salas más la ya existente, las cuales junto con el Hall de los Grandes Símbolos Sanmartinianos, permitían tener una visión global de la historia del Regimiento.

Sala Histórica se convirtiese en Museo Histórico

Tiempo después, la suma de las donaciones recibidas y de otras adquisiciones realizadas por la Unidad, hicieron que en 1968, la Sala Histórica se convirtiese en Museo Histórico, que fue oficialmente inaugurado el 16 de marzo de 1968 por el entonces Presidente Teniente General D. Juan Carlos Onganía, en oportunidad de su visita al Regimiento, con motivo de cumplirse el 156 aniversario de su creación. Meses más tarde, se constituyó la Asociación Amigos del Museo, institución sin fines de lucro, que desde entonces tuvo la finalidad de apoyar y colaborar con su organización y funcionamiento.

En el año 1993, a instancias de dicha Asociación, se llevó a cabo la segunda ampliación del Museo, el cual se acrecentó en tres salas más; y en 1995, con el aporte desinteresado de numerosas Instituciones y particulares allegados a la Unidad, se realizó la refacción y remodelación integral del mismo, ordenando y destacando su patrimonio conforme a su valor historiográfico y museológico; proyecto que realizó y dirigió el Profesor Pedro L. Baliña, con la colaboración de diversos especialistas, historiadores y museólogos.

INFO
Dirección. CAMPOS, LUIS M. AV. 554
Teléfono 4576 5663/69
Dirección Web
http://www.granaderos.ejercito.mil.ar/Museo.html
Barrio
Palermo

Recreación y Cuartel

En este espacio se exhiben obras artísticas de gran valor como una pintura de un «Granadero» de Martín Malharro, un cuadro de «San Martín cruzando la cordillera» realizado por José Luis Salinas, la obra «Granadero firme» de Florencio Molina Campos, un «Granadero montado» de Carlos Ripamonte, «Granadero en el arenal de Palermo» de Eleodoro Marenco y el boceto de Fernández Villanueva de la “Batalla de Maipú».

Está también expuesta la obra Mazepa del artista español Upiano Checa que fuera presentada en la exposición de París del año 1900.

En esta sala se encuentran fotografías del Cuartel de Palermo de los años 1908 y 1934 junto al documento firmado por Roca y su Ministro de Guerra donde se nombraba al Jefe y 2do. Jefe en la recreación.

En este espacio se depositaron sables y morriones granaderos utilizados en los primeros de la segunda etapa del cuerpo al igual de retratos de San Martín anciano.

Entre esas imágenes hay que destacar la copia del daguerrotipo que muestra a San Martín en el año 1848 que está dedicado por su hija a Manual Olazábal y la llave del primer entierro de San Martín en la cripta de la Iglesia Notre Damme de Boulogne Sur Mer.


Sala de Arte

Hay en ella dos esculturas: el boceto de Luis Perlotti del «Encuentro de San Martín y Olazábal» y «Herrando caballos», bronce de Eduard Drouot; y una obra del pintor marinista Biggeri.

El Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín (RGC) es una unidad del arma de caballería del Ejército Argentino, que actualmente se desempeña como guardia presidencial y cumple ciertas funciones protocolares.

Antecedentes

Al arribar al suelo rioplatense, el entonces teniente coronel de caballería José de San Martín tomó noticia del deplorable estado en que se encontraba la organización militar de las Provincias Unidas del Río de la Plata, recientemente alzadas en armas contra el poder imperial de la metrópolis española. Ante esta problemática, el Gobierno Superior Provisional del país otorgó el 16 de marzo de 1812 a San Martín el grado de teniente coronel de Caballería y le nombró conjuntamente comandante del Escuadrón de Granaderos que había de organizarse, previendo la necesidad de conformar un cuerpo de caballería idóneo y cualificado, compuesto por voluntarios rigurosamente seleccionados, cumpliendo parámetros de conducta y personalidad muy elevados.

Código de Honor

De la misma forma en la que San Martín reclamaría de los granaderos el acatamiento de una conducta ejemplar frente a la sociedad y el Ejército, haría caso irrestricto de tales disposiciones sosteniendo como forma de vida la política de «predicar con el ejemplo».

Granaderos en posición de firmes

La férrea disciplina, el culto al valor y al honor, la exigencia y rigurosidad en la instrucción física y militar quedarían entonces patentes en las siguientes disposiciones, establecidas en aquel entonces como la lista de «Delitos por los cuales deben ser arrojados los oficiales», a fin de establecer una norma de conducta para los oficiales del regimiento que sentara el ejemplo para el resto de la tropa. Esta dicta:4

Por cobardía en acción de guerra, en la que aún agachar la cabeza será reputado tal.
Por no admitir un desafío, sea justo o injusto.
Por no exigir satisfacción cuando se halle insultado.
Por no defender a todo trance el honor del cuerpo cuando lo ultrajen a su presencia o sepa ha sido ultrajado en otra parte.
Por trampas infames como de artesanos.
Por falta de integridad en el manejo de intereses, como no pagar a la tropa el dinero que se haya suministrado para ella.
Por hablar mal de otro compañero con personas u oficiales de otros cuerpos.
Por publicar las disposiciones internas de la oficialidad en sus juntas secretas.
Por familiarizarse en grado vergonzoso con los sargentos, cabos y soldados.
Por poner la mano a cualquier mujer aunque haya sido insultado por ella.
Por no socorrer en acción de guerra a un compañero suyo que se halle en peligro, pudiendo.
Por presentarse en público con mujeres conocidamente prostituidas.
Por concurrir a casas de juego que no sean pertenecientes a la clase de oficiales, es decir, jugar con personas bajas e indecentes.
Por hacer un uso inmoderado de la bebida en términos de hacerse notable con perjuicio del honor del cuerpo.

Victoria

Regimiento de Granaderos a Caballo (1815).

San Martín y sus hombres triunfaron. Frente al sorpresivo embate de las fuerzas revolucionarias, los realistas, desconcertados, escaparon del campo de batalla dejando atrás su artillería, muertos y heridos, intentando vanamente reagrupar sus fuerzas cerca del borde del acantilado, sin lograr mayores éxitos gracias a la diligencia del escuadrón liderado por el Capitán Bermúdez, quien presionó a las columnas enemigas en retirada.

En menos de un cuarto de hora y contando entre la nómina de bajas a veintisiete heridos y quince muertos (entre los que cabe destacar al capitán Bermúdez, herido de bala en la última carga de su escuadrón, y al teniente Manuel Díaz Vélez, caído por el desfiladero), el regimiento de Granaderos a Caballo y su capitán habían alcanzado la primera victoria en la guerra de emancipación argentina.

El Regimiento de Granaderos a Caballo entra en la historia de la Patria al mismo tiempo que su ilustre creador el General San Martín.

El 16 de marzo de 1812 marca el momento en que el Libertador, apenas llegado al suelo natal, inicia su obra con la creación de una unidad modelo, que sería su predilecta y que justificaría siempre, con creces, la confianza y el orgullo de su Jefe.

Sabía el General San Martín que la grandiosa empresa de la libertad de América requería soldados apasionados por la Patria y el deber, seleccionados y disciplinados austeramente, orgullosos de su Regimiento, conscientes de su propio valor, poseedores de un alto sentido de la responsabilidad y de la dignidad humana. Soldados tales que constituyeran ejemplo sobre el cual moldear el tipo de un Ejército capaz de acometer los mayores esfuerzos.

Así crecieron los Granaderos a Caballo que desde Buenos Aires a Quito, sembraron a lo largo del camino con sangre y con valor, los ideales de libertad y soberanía de los pueblos que habían surgido en los días de Mayo, a través de un decenio de constantes luchas.

El 3 de febrero de 1813 es el día de su bautismo de fuego, oportunidad en la que 120 granaderos se enfrentaron valerosamente a 250 bizarros españoles en San Lorenzo. Durante el combate pierde la vida el Sargento Cabral intentando salvar de la muerte al Gran Capitán.

Hasta la batalla de Ayacucho en 1824, el Regimiento de granaderos a Caballo, combatió en todos los teatros de operaciones en los que se luchó por la libertad y la independencia de nuestro país y la de los países hermanos. Las 20 campañas en las que participó se desglosan en 110 acciones de guerra y 22 condecoraciones conquistadas, entre ellas: los títulos de Benemérito de la Patria en Grado Eminente de Argentina y Colombia.

En enero de 1817 el Regimiento, formando parte del glorioso Ejército de los Andes, bajo las órdenes del Coronel Zapiola inicia la gran hazaña de atravesar la Cordillera de los Andes y libertar a Chile. El mismo año el triunfo de Chacabuco corona sus esfuerzos.

En 1822, en el combate de Riobamba, donde Lavalle agrega una página más de gloria al ya extenso historial de los Granaderos, logrando la victoria.

En agosto de 1824 se define la Independencia del Perú. en la Batalla de Junín, donde «Granaderos de Colombia», «Granaderos de los Andes» y «Húsares de Colombia», compiten con valor y arrojo, cubriéndose de heridas y gloria. En diciembre, con la derrota y rendición de las fuerzas realistas en la Batalla de Ayacucho, se cumple así el vaticinio y anhelo del Gran Capitán. Liberado Perú, América es libre.

Tal fue el Regimiento de Granaderos, su historia es la de la Patria misma y su trayectoria está unida indisolublemente a la libertad del continente. Así ha podido decirse que es «la más alta personificación de la gloria militar en América» y «que con sus hechos de armas dejó trazado a su paso una este la luminosa de triunfos tan señalados, de victorias de tanta importancia, que no hay, aún hoy, en la historia de todas las fuerzas militares de las diferentes naciones que forman el mundo americano, unidad orgánica alguna que ostente un historial de servicios análogos».

En enero de 1826 se cierra el ciclo glorioso y regresan a Buenos Aires los restos del Cuerpo después de 11 años de lucha, al mando del Coronel Bogado, quien fue el último Jefe del Regimiento de la primera época. Sus armas, se depositaron en el cuartel del Retiro de donde un día las habían tomado para iniciar la gesta, se guardaron en una sencilla caja de madera en la que se colocó en bronce, esta simple pero elocuente inscripción: «Armas de los Libertadores de Chile, Perú y Colombia». El Regimiento «que nunca fue rechazado y cubrió de laureles a la Patria, había hecho honor a las palabras de su glorioso Jefe «de lo que mis Granaderos son capaces sólo yo sé; quien los iguale habrá, quien los exceda no».

A principios de siglo, el General PABLO RICHIERI, de su propio puño, en un documento que se atesora en el Museo de la Unidad, escribió el borrador del decreto de recreación del Regimiento que se promulgó con fecha 29 de mayo de 1903, con la firma del Presidente ROCA.

La unidad volvió a utilizar el histórico uniforme que dispusiera su fundador y un tiempo después en el año 1907 y durante la Presidencia del Doctor FIGUEROA ALCORTA se le confirió la función de ser escolta presidencial, denominándoselo como Regimiento Nro 1 Granaderos a Caballo hasta que el Presidente ROQUE SAENZ PEÑA en 1909 resolvió que mantuviera su designación original.

El cuerpo tuvo asiento provisorio en Campo de Mayo, en el Regimiento 8 de Caballería luego sigue a éste a Ciudadela, donde permanecería hasta la finalización de la construcción de un nuevo edificio que tendría lugar sobre la barranca del Plata, sitio donde se construyó un edificio en una variante del Art Nouveau francés. Esto constituía una verdadera revolución estética en el mundo de fines del siglo XIX y comienzos del presente. Es una confirmación del cuidado puesto en la concepción de la obra, pues se eligió un estilo arquitectónico de vanguardia, en pleno auge, cuya elegancia despojada de adornos excesivos, se prestaba para una obra militar.

En esta segunda época el Regimiento de Granaderos ha visto transcurrir casi un siglo de su existencia y ha sido testigo activo de los principales episodios políticos y militares que jalonaron la historia moderna de la Argentina.

Por decreto del Poder Ejecutivo Nacional 1109 de fecha 24 de octubre de 1997 es declarado Monumento Histórico Nacional a las instalaciones del cuartel de Palermo del Regimiento de Granaderos a Caballo «General San Martín», incluyendo a los edificios, jardines, y la barranca sobre la avenida Luis María Campos, convirtiéndose así en el PRIMER Cuartel del Ejército Argentino que merece tan alta distinción.

El Regimiento de Granaderos a Caballo «General San Martín», es el Regimiento Escolta Presidencial de la República Argentina, teniendo vinculación de dependencia de la Guarnición Militar Buenos Aires por sus misiones operacionales, y en el cumplimiento de las misiones de Ceremonial y Seguridad, como una Unidad dependiente de la Presidencia de la Nación.