Digestión

Ravioles de calabaza.

Ravioli es el nombre de un tipo de pasta italiana rellena con diferentes ingredientes, generalmente replegada en forma cuadrada. Se acompañan de algún tipo de salsa, en especial de tomate, tucos, pesto o cremas.
RAVIOLES 746709
La cocina es una manifestación cultural que de manera análoga al prisma, que interpreta la luz y la transforma, expresa las particularidades de una sociedad y su entorno. Sociedades como la nuestra, multicultural y sensible a los nuevos estímulos, no es de extrañar que recoja y haga propio lo que otras culturas puedan ofrecer. Un buen ejemplo de que abrazar lo nuevo es parte de nuestra idiosincrasia.

Ravioles de calabaza

Cantidad de porciones: 4

Tiempo de preparación: hora y ½

Nivel de complejidad: alto

Ingredientes

Para la masa

Harina, 300 gramos

Huevos, 3

Sal, ½ cucharada

Aceite de oliva, 1 cucharada

Leche, ½ vaso

Para el relleno

Calabaza escurrida, 2 tazas

Salsa blanca, ½ taza

Queso rallado, ½ taza

Muzzarella rallada, ½ taza

Sal, pimienta y nuez moscada

Para la salsa blanca

Manteca, 1 cucharada

Harina, 1 cucharada

Leche, 1 taza

Para la salsa

Manteca, 50 gramos

Queso rallado, al gusto









Procedimiento

Para la masa

En una cacerolita calentar la leche hasta que hierva. Mezclar los huevos con el aceite y la sal. Poner la harina en el recipiente de la batidora y con la máquina encendida, echar la leche caliente y la mezcla de huevos y aceite. Amasar hasta lograr una masa sedosa, lisa y elástica. Dejar reposar en la heladera al menos media hora.

Estirar la masa con la sobadora o con el palo de amasar hasta alcanzar los 2 milímetros de espesor.

Para el relleno cortar la calabaza al medio, rociarla con sal, pimienta, aceite de oliva y cocinar al horno hasta que se pueda atravesar con un cuchillo. Dejar enfriar, retirar la corteza y las semillas y dejar escurrir el líquido.

Para la salsa blanca fundir en una ollita la manteca, añadir la harina y revolver 1 o 2 minutos a fuego bajo con un batidor de mano, para cocinar la harina. Sin dejar de revolver, incorporar la leche de a poco, hasta lograr la densidad deseada, en este caso una salsa espesa. Retirar del fuego, condimentar con sal y nuez moscada y reservar.

Mezclar los ingredientes del relleno y reservar.

Colocar la masa estirada sobre el molde de ravioles enharinado, rociar con agua, colocar el relleno y tapar con otro recorte de masa estirada. Presionar suavemente de adentro hacia afuera para expulsar el aire del interior y cerrar.

Cocinar los ravioles en abundante agua con sal hasta que floten.

Colar, volver a poner los ravioles en la olla con un poquito del agua de cocción y emulsionar con la manteca fría.

Emplatar y empolvorar con queso rallado.