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Comenzó la 35a. Bienal de San Pablo.

La Bienal de Arte de San Pablo, el mayor evento en su tipo del hemisferio sur, se ha convertido este año en su edición 35 en la gran muestra del Sur Global, con 1.100 obras de diferentes lenguajes artísticos de 121 participantes, entre ellos dos argentinos, que apuntan, en diferentes idiomas, a temas como el acceso a la justicia, la libertad en la diversidad y la idea mínima de igualdad.

El gran edificio de vidrio y curvas de concreto diseñado por el fallecido arquitecto Oscar Niemeyer en el Parque Ibirapuera, el principal pulmón verde de la gran urbe sudamericana, abrió sus puertas al público este miércoles de la 35a. Bienal de Arte hasta el 10 de diciembre, con entrada gratis. Es la segunda más antigua del mundo, apenas detrás de la de Venecia.

El tema de esta edición es la «Coreografía de lo imposible», sin un curador jefe y sí con un colectivo que ha priorizado la pintura, instalaciones sensoriales y la diversidad étnica, con 80 por ciento de la producción hecha por no blancos, un dato nada irrelevante en un país con mayoría afrodescendiente descendiente de tres siglos de esclavitud y con una minoría indígena amenazada por el avance del agronegocio en el Amazonas y las tierras ancestrales.

“Las coreografías de lo imposible reúnen prácticas artísticas, prácticas sociales de un grupo de artistas compuesto por 121 nombres que han representado sus existencias imposibles, su cotidianidad imposible en diferentes materialidades, en diferentes lenguajes artísticos, en volúmenes, formas y colores. Entonces es una exposición que piensa mucho en la relación con el lenguaje, las formas en que el lenguaje artístico se ve impactado por nuestra vida cotidiana, por nuestros problemas sociales”, explica Diane Lima, una de las curadoras al lado de Grada Kilomba, Helio Menezes y Manuel Borja-Villel.

Para recorrer la muestra que es con entrada gratis en los 30.000 metros cuadrados del Pabellón Cicilio Matarazzo se demora unas tres horas.

La curadoría eligió, de Argentina, al Archivo de Memoria Trans, un colectivo argentino que reúne un archivo que crece día a día como un depósito de la memoria colectiva de las personas trans víctimas del estado, de las familias, de la incomprensión y sobre todo de la policía.

El archivo está presente con un mural de 3000 piezas con recordaciones personales, grupales y familiares del colectivo trans convertido, como dicen los curadores, es un «monumento de lucha».

También fue escogida la obra de la artista plástica Elda Cerrato, fallecida en febrero pasado, nacida en Italia y criada en Argentina, que presenta Okidanohk, un trabajo audiovisual sobre la formación de la energía.

La exposición comienza con un espacio de activación denominado «Sauna lésbica» en el cual al atravesar cortinas de plástico amarillo, el público se inserta en un ambiente de estímulos sensoriales, con audios y videos que dan voz y visibilidad a las mujeres lesbianas y sus vivencias.

Existe en la Bienal de 2023 una gran producción de espacios sensoriales, el sincretismo y la generación de imágenes y sonidos que conforman, como lo dicen los curadores, la «Coreografía de lo imposible».

La Bienal de São Paulo es una de las bienales de arte más importantes del mundo. Fue fundada en 1951 por el Museo de Arte Moderno de São Paulo, y desde entonces ha presentado obras de artistas de todo el mundo, con un enfoque especial en América Latina.

Los antecedentes de la Bienal de São Paulo se remontan a la década de 1920, cuando un grupo de artistas y críticos brasileños comenzaron a promover el arte moderno en el país. En 1922, se celebró la Semana de Arte Moderno de São Paulo, un evento que marcó el inicio del modernismo brasileño.

La Bienal de São Paulo se fundó en este contexto de renovación artística. Su objetivo era promover el arte moderno en América Latina y mostrar al mundo el talento de los artistas latinoamericanos.

La Bienal de São Paulo ha tenido un papel fundamental en el desarrollo del arte latinoamericano. Ha dado a conocer a los artistas latinoamericanos a un público internacional, y ha contribuido a la difusión del arte moderno en la región.

Algunos de los artistas latinoamericanos más importantes han participado en la Bienal de São Paulo, como Diego Rivera, Frida Kahlo, Rufino Tamayo, Joaquín Torres-García, Wifredo Lam, Antonio Berni, Carlos Cruz-Diez, Alejandro Otero, Lygia Clark, Hélio Oiticica, Marta Minujín, Guillermo Kuitca, Carlos Garaicoa, y Marina Abramović.

La Bienal de São Paulo también ha sido un espacio para la experimentación y la innovación. Ha presentado obras de vanguardia que han desafiado los límites del arte tradicional.

En el futuro, la Bienal de São Paulo seguirá siendo un foro importante para el arte latinoamericano. Continuará presentando obras de artistas latinoamericanos de todas las generaciones, y seguirá promoviendo el arte moderno en la región.

Algunos de los retos que enfrenta la Bienal de São Paulo en el futuro son:

La creciente globalización del arte, que hace que sea más difícil destacar entre las muchas bienales y exposiciones internacionales.
La creciente importancia de las redes sociales y otras plataformas digitales, que están cambiando la forma en que se consume y se distribuye el arte.
La Bienal de São Paulo tendrá que encontrar formas de adaptarse a estos retos para seguir siendo relevante en el futuro.