Gabriel Oggero y su Crizia

Generalmente estos negocios son una mezcla entre restaurante y bar, con una importante barra donde se consume este delicioso platillo acompañado de una copa de espumoso (ya no se dice más espumante, ahora es espumoso). Otra característica de los “Oysters Bars” es que las ostras están a la vista y el público puede corroborar su frescura y cómo son preparadas.

Crizia, parece más restaurante que bar, ya que si bien tiene una sobresaliente barra, según mi modo de ver, el salón, la amplia carta, y la formalidad, pueden más con el concepto de restaurante.

En noviembre cumplió nada más y nada menos que 10 años, edad bastante difícil de alcanzar por los gastronómicos en estos tiempos.

Su chef ofrece una cocina de autor focalizada en el “producto de estación”. Habrás escuchado hablar de este concepto tan de moda… “cocina de producto”. Muchos ostentan con esto hoy en día, pero pocos realmente lo implementan.

Cocina de producto significa que los platos que se ofrecen reivindican la excelencia de las materias primas, resaltando sus cualidades y apenas modificándolas. Esto se ve inevitablemente reflejado en la alta calidad de los platos.
En Crizia la materia prima es fresca, sus ostras provienen de la Patagonia Argentina y no son de criadero, sino extraídas manualmente de las rocas cuando la marea se retira, por un productor que las abastece de forma exclusiva. No superan las 48 horas fuera del mar. Son exhibidas en la barra del restaurante, sobre hielo y con limón.

La ambientación

El clima es muy íntimo, diría ideal para parejas románticas. La iluminación baja, la música suave, el ambiente muy cálido con llamativas y bellas pinturas en algunos de sus muros. La cocina a está a la vista, se puede recorrer de punta a punta cuando vas entrando al restaurante. El fondo del salón es una gran vidriera que da a la calle de atrás, parece un gran mural que muestra un típico y antiguo barrio porteño.

En el primer piso cuentan con un salón privado (Chef Table) para vivir una experiencia más íntima y cercana con el chef y su equipo, ya que elaboran un menú a vista, el cual es acompañado por diferentes vinos sugeridos por el sommelier.

La carta

Algunas de las propuestas del chef están inspiradas en la cocina asiática y en la peruana, aunque también se pueden encontrar en su carta platos bien argentinos y federales como carnes asadas, cordero de la Patagonia, cerdo y pescados. Por ejemplo Cordero Patagónico braseado 4 horas ($235), Parrillada de pescados y mariscos para 2 ($465), Ojo de bife ($245), o Bondiola de Cerdo Asada ($235). También hay pastas como Pappardelle con vieiras gratinadas ($195) o Tortellonis de ricota y parmesano ($185). La especialidad, por supuesto, son las ostras, por $168 podés comer una media docena. También hay cocidas crocantes con panko y las famosas “Rockefeller” que vienen gratinadas con espinacas, crema y parmesano (que son las 3 que pude probar)

Qué comimos

La panera excelente (no esperaba encontrar tan ricos y variados panes en un bar de ostras!). Nos recibieron con un riquísimo y refrescante coktail, y un amuse bouche (bocadito) de mascarpone, hongos potobello y crumble de curry. Y llegaron las ostras, una degustación de 3: la clásica cruda con limón y tabasco, otra gratinada con espinacas y parmesano, y una crocante con panko, wasabi, hojas verdes y cilantro. ¡Un placer comer algo tan fresco y sabroso!

Y enseguida nos trajeron unos Langostinos Grillados, con zuchinis, cebolla asada, y guacamole. Después probamos un Tartar de salmón rosado, con brotes de cilantro, alcaparras, echalotes, sésamo, jengibre, lima, cebolla morada y soja. Una verdadera delicia, ligero, y muuuy sabroso. También probamos Atún Rojo, sellado al grill con vinagreta de lima y jengibre, pak choi salteado (vegetal de sabor similar a la endibia y de aspecto similar a la acelga), hongos, hinojo, papines y cilantro. Me encantó, al igual que los anteriores platos, con sabores intensos y variados, pero liviano. El atún me hubiera gustado con menos cocción, pero ese pequeño detalle no opacó para nada el disfrute. Para el postre, una degustación muy bien surtida con Creme Brulée de vainilla y cardamomo, Chesee Cake con sabayón frío, higos confitados y chocolate blanco; y una Marquise de Chocolate. Un final más que feliz.

Las bebidas

Apenas entrás, se puede apreciar la gran cava vidriada y climatizada. Según su propietario, es la inversión más importante que han hecho. Cuentan con más de 400 etiquetas (cerca de 4.000 botellas y hasta con 4 añadas), de diferentes regiones del país y del mundo. Si el vino no es lo tuyo y preferís un buen cocktail, en la barra podrán consentirte con diferentes tragos, o una linda selección de portos, cognacs y armagnacs.

Lo que más me gustó: la calidad del producto fresco y cuidado, y la lindísima y cálida ambientación.

Lo que menos me gustó: los platos salieron demasiado rápido al principio, luego demasiado lento, me hubiera gustado que fuera más parejo. Pero es importante destacar que salvo por esto, el servicio es impecable tanto en la presencia de los empleados, como en su manera de expresarse, y su buena predisposición.

El Chef

Gabriel Oggero aprendió a cocinar en la empresa de catering de sus padres, cuando apenas tenía 10 años. A los 20 ya dirigía la cocina, y a los 35 abrió Crizia, el primer un oyster bar de Buenos Aires. Trabajó en Las Leñas y en Bariloche haciendo temporada, y luego se deslumbró visitando los restaurantes de Europa con estrellas Michelin. Es uno de los fundadores de ACELGA (Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina) que organiza la importante Feria Masticar. Junto a su adorable esposa Geraldine llevan adelante el restaurante, y tratan de incorporar todo el bagaje que absorben en sus viajes, para mejorar infraestructura, servicio y recetas, ya que uno de sus objetivos es actualizarse y estar a la vanguardia. Quiero destacar su sencillez y simpatía, ya que si bien es un importante profesional de la gastronomía y estaba súper ocupado en esos días por la participación en Masticar, al terminar la cena se acercó a las mesas a saludar, y pudimos charlar un poquito con él. Muchos chefs «estrella» deberían imitar esta actitud, ya que el comensal agradecido lo valora y se marcha más que contento.

La participación de Crizia en Masticar

También pudimos probar las exquisitas otras de Crizia en la gran feria gastronómica que se llevó a cabo en Capital Federal en abril. Fabián Oggero dio una charla sobre productos de estación junto al chef Anthony Vázquez de La Mar. En su stand ofrecieron ostras con manteca de trufas y echalots, las clásicas crudas con limón y tabasco, y un combinado con tartar de salmón rosado fresco. También opciones calientes: ostras panko crocantes con crema de wasabi y brotes, y ostras al espumoso (champagne o espumante). Una delicia imperdible… ¡agendalo para el año que viene!

INFO ÚTIL

Crizia Oyster Bar
. Dirección: Gorriti 5143, Palermo Soho, Buenos Aires.
. Horarios: lunes a sábados a partir de las 19.30 hs. Abren vísperas de feriado por la noche.
. Tel: 011 4831- 4979/ 4831-5105
. Forma de pago: efectivo y tarjetas
. Estacionamiento
www.crizia.com.ar