Peras y manzanas. Una fuente de vitaminas.
La manzana es el fruto comestible de la especie Malus domestica, llamada comúnmente manzano. Es una fruta pomácea de forma redonda y sabor más o menos dulce, dependiendo de la variedad.
Peras y manzanas
Se denomina pera al fruto de distintas especies del género Pyrus, integrado por árboles caducifolios conocidos comúnmente como perales. Sin embargo, cuando se trata del fruto comestible, se hace referencia mayormente al producido por el llamado peral común (Pyrus communis). La pera es una fruta jugosa, carnosa, y una de las más importantes producidas en las regiones templadas.
La combinación de estas frutas dulces, rica de vitamina C.
Propiedades de las frutas
Manzana: Es una fruta rica en vitaminas C, A y E. Posee propiedades antioxidantes y ayuda a la producción de anticuerpos.
Pera: Contiene vitaminas A, B1, B2, B3, C y E. La vitamina C funciona como antioxidante, combate el envejecimiento y aumenta las defensas del cuerpo. Además contiene ácido fólico y minerales como; sodio, calcio, magnesio, hierro, cobre, fósforo, yodo y potasio.
La Argentina
La Argentina se encuentra entre los principales exportadores de peras y manzanas del mundo. Con el objetivo de extender la vida útil de estas frutas, el INTI desarrolló un recubrimiento protector, a partir de una proteína de soja, con aditivos antioxidantes naturales.
De acuerdo con la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados, la Argentina produce 1,8 millones de toneladas de manzanas y peras al año, distribuido casi por partes iguales. Mientras que el mayor porcentaje de la producción de peras se destina a la exportación, en manzanas se exporta un 22%. Es el principal país exportador de peras con 0,46 millones de toneladas, siguiéndole en orden de importancia China, con 0,43 millones de toneladas, y la Unión Europea, con 0,26 millones de toneladas. Rusia es el principal país importador con un volumen de 0,37 millones de toneladas, seguido por la Unión Europea (0,36 millones de toneladas).
Los daños poscosecha, que suelen aparecer como un pardeamiento difuso en la piel del fruto, atentan contra el cumpliendo de las cualidades requeridas para su comercialización en mercados internacionales.
En ese contexto, el INTI desarrolló un recubrimiento natural destinado a prolongar la calidad de la fruta, que incorpora ácido ascórbico (AA) como aditivo antioxidante (aprobado para su utilización según la Resolución MERCOSUR N°11/06) a formulaciones de proteína de soja. El AA demostró presentar una actividad antioxidante significativamente superior respecto a las formulaciones con DPA y ET, trabajando a concentraciones similares a las utilizadas en la industria frutihortícola.
«Este desarrollo permite reemplazar las formulaciones que se comercializan y que contienen sustancias de uso restringido como aditivos alimentarios en mercados como la Unión Europea, como sucede con la difenilamina y la etoxiquina», explica la doctora Patricia Eisenberg del Centro INTI-Plásticos.
Los polímeros naturales como proteínas, polisacáridos y lípidos se utilizan como recubrimientos comestibles con el objetivo de preservar la calidad nutricional de alimentos, protegiéndolos de daños microbiológicos y cambios en sus atributos sensoriales. A su vez, presentan la versatilidad de poder ser formulados con ingredientes activos como aditivos antioxidantes, antimicrobianos y antifúngicos que permiten extender la vida útil del alimento.
Los resultados obtenidos, reflejaron que la incorporación de AA como antioxidante natural, puede ser una alternativa viable a la sustitución de los aditivos actualmente utilizados y, cuyos límites máximos permitidos han sido seriamente disminuidos por la UE.
Este trabajo se suma a las acciones que lleva adelante el Instituto hace sesenta años, con el fin de promover el desarrollo industrial mediante la innovación y transferencia tecnológica.