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Rockefeller Center en Nueva York: La destrucción del mural «Man at the Crossroads» de Diego Rivera

La destrucción del mural «Man at the Crossroads» de Diego Rivera por parte de Nelson Rockefeller en 1934 fue motivada por motivos políticos y sociales. En ese momento, Rockefeller era un importante empresario y mecenas de arte que se había convertido en el principal patrocinador del Rockefeller Center en Nueva York.

Aunque el mural había sido encargado por Rockefeller, su contenido político y la inclusión de la figura de Lenin en la obra provocaron una gran controversia entre los líderes empresariales y políticos de la época. Rockefeller era un defensor acérrimo del capitalismo y consideraba que la presencia de Lenin en el mural era ofensiva y contraria a sus ideales políticos.

Además, el clima político en Estados Unidos en la década de 1930 estaba marcado por el creciente temor al comunismo y al socialismo, en parte debido a la Gran Depresión y al auge del fascismo en Europa. En este contexto, el mural de Rivera fue visto por algunos como una apología del comunismo y una amenaza a los valores estadounidenses.

La destrucción del mural de Rivera también puede verse como parte del cambio en la estética artística que se estaba produciendo en ese momento. A medida que Estados Unidos se recuperaba de la Gran Depresión y se preparaba para la Segunda Guerra Mundial, hubo un movimiento hacia un arte más abstracto y moderno, alejándose del realismo figurativo de obras como la de Rivera.

En resumen, la destrucción del mural «Man at the Crossroads» de Diego Rivera por parte de Nelson Rockefeller fue motivada por razones políticas y sociales, así como por un cambio en la estética artística de la época. La eliminación del mural de Rivera puede ser vista como un reflejo del clima político y cultural de la década de 1930 en Estados Unidos.

Nelson Rockefeller fue un prominente político y empresario estadounidense que fue gobernador del estado de Nueva York y vicepresidente de los Estados Unidos. También fue conocido por ser un importante coleccionista de arte y mecenas de artistas.

Diego Rivera fue un famoso muralista mexicano, conocido por sus obras que reflejan la cultura y la historia de su país. En 1933, Rivera fue contratado por Rockefeller para crear un mural en el vestíbulo del Rockefeller Center en la ciudad de Nueva York.

El mural, titulado «Man at the Crossroads», mostraba a trabajadores y campesinos de todo el mundo en un cruce de caminos, simbolizando la elección entre el capitalismo y el comunismo. Sin embargo, Rivera incluyó la imagen del líder comunista soviético, Vladimir Lenin, en el mural, lo que provocó la ira de Rockefeller y de otros líderes empresariales y políticos de la época.

Después de que Rivera se negara a eliminar la imagen de Lenin del mural, Rockefeller ordenó que se destruyera. El mural fue cubierto con yeso y, posteriormente, reemplazado por una obra de arte de otro artista.

La destrucción del mural de Rivera provocó una gran controversia en la comunidad artística y política, y se convirtió en un símbolo de la tensión entre el capitalismo y el comunismo en la década de 1930. A pesar de esto, Rivera continuó siendo un artista muy respetado, y su obra sigue siendo muy valorada en todo el mundo.

El mural «Man at the Crossroads» de Diego Rivera fue creado en 1933 y tenía como objetivo mostrar la situación política, social y económica del mundo en ese momento. El mural fue encargado por Nelson Rockefeller para el vestíbulo del edificio RCA (ahora conocido como GE Building) en el Rockefeller Center en Nueva York.

El mural muestra una escena en la que un hombre se encuentra en una encrucijada, simbolizando la elección entre la libertad y la opresión. Alrededor de él, se representan diferentes figuras históricas y simbólicas, como Lenin, Marx, la diosa Minerva y una familia estadounidense trabajadora. El mural intenta mostrar la lucha de la humanidad por la libertad y la justicia social, y cómo esta lucha ha sido influenciada por diferentes corrientes políticas y culturales.

En cuanto a las técnicas utilizadas, el mural fue pintado al fresco, que es una técnica de pintura mural que consiste en aplicar pigmentos sobre una pared húmeda. Esta técnica permite una mayor durabilidad y resistencia al paso del tiempo, lo que ha permitido que algunos frescos sobrevivan durante siglos.

En términos estilísticos, el mural de Rivera presenta un estilo realista y figurativo, con un fuerte uso del color y la simbolización de figuras y escenas históricas. Además, el mural también presenta elementos de la cultura precolombina y mexicana, lo que se convirtió en una característica distintiva del arte de Rivera.

A pesar de que Nelson Rockefeller ordenó la destrucción del mural «Man at the Crossroads» de Diego Rivera, algunos fragmentos del mural fueron salvados y se conservan en la actualidad.

Cuando Rockefeller ordenó la destrucción del mural, un grupo de trabajadores del Rockefeller Center decidió cortar algunos paneles del mural antes de que fuera destruido por completo. Estos paneles fueron sacados del edificio y almacenados en diferentes lugares durante varias décadas.

En 1979, algunos de estos paneles fueron adquiridos por el Museo del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, donde se exhiben en la actualidad. Otros fragmentos del mural se encuentran en la Universidad de Míchigan, el Instituto de Tecnología de Massachusetts y la Colección Peggy Guggenheim en Venecia, Italia.

Aunque estos fragmentos no representan el mural completo y no están en su ubicación original, todavía ofrecen una ventana al trabajo de Diego Rivera y a la historia del arte y la política en la década de 1930. Además, la destrucción del mural de Rivera y la controversia que generó han hecho que el trabajo sea reconocido como una obra de arte importante y significativa.