Parece mentira, pero muchas mujeres desaprovechan las bondades de sus sostenes por no saber colocarlo del modo adecuado. Para que eso ya no suceda, les acercamos una guía completa y fácil de poner en práctica:
Lo primero que debemos hacer es pasar los brazos por los breteles y acomodar éstos sobre los hombros. Luego, pasamos a abrochar el sostén, y en este punto queremos detenernos.
La mayoría de los sostenes tienen dos o tres broches atrás. Cuando comprás el corpiño, lo ideal es que te quede bien en el gancho más flojo, para poder ir ajustando a medida que se estira el elástico. Elegir estos detalles es posible cuando se tienen corpiños con talles distintos para taza y elástico. También hay broches delanteros, que son de una única opción.
Muchas mujeres se colocan el corpiño ya abrochado. Antes que esto, es recomendable ponerlo al revés (con la parte posterior hacia adelante), abrocharlo y luego girarlo. Hay que tener cuidado de no dañar los aros.
Luego, pasamos a ajusta los tirantes. Estos deben quedar bien sobre los hombros y no estar demasiado apretados o flojos. Si sucede lo primero sentirás presión y los tirantes se marcarán en tu piel, pero si sucede lo contrario se pueden caer. Para lograr la tensión justa se utiliza la hebilla que permite correr la tira. Una vez que encuentres el largo adecuado, hay que chequear que sean iguales en los dos tirantes.
Para acomodar tus senos en las tazas hay un movimiento especial: agachate hacia adelante y acomódate. Luego, revisá que no quede nada de piel adicional fuera de la taza en los costados. Chequeá que el aro quede bien acomodado debajo del seno.
usar un sostén mal colocado. De hecho, puede tener algunas consecuencias negativas, como dolor de espalda, hombros y cuello. Además, un sostén mal colocado puede no brindar el apoyo adecuado a los senos, lo que puede aumentar el riesgo de problemas de postura y dolor en los senos.
Aquí hay algunos consejos para colocar correctamente el sostén:
Elige un sostén del tamaño adecuado. El sostén debe quedar ajustado, pero no demasiado apretado. Debe haber suficiente espacio para que tus dedos pasen entre el sostén y tu cuerpo.
Ajusta las correas del sostén. Las correas deben estar ajustadas para que el sostén no se resbale de los hombros. Sin embargo, no deben estar tan apretadas que te hagan daño.
El sostén debe estar colocado a la altura adecuada. El arco del sostén debe descansar sobre el hueso de la caja torácica. No debe estar demasiado alto o demasiado bajo.
Asegúrate de que el sostén brinde el apoyo adecuado. El sostén debe levantar y sostener los senos sin aplastarlos.
Por último, si al acomodarte el tejido mamario superior se junta, significa que la copa es muy pequeña, deberías probar un talle más.
El sostén es una prenda interior que se usa para sostener y elevar los senos. Se ha usado durante siglos, y ha cambiado mucho desde sus orígenes.
Los primeros sostenes eran simples bandas de tela que se usaban para sujetar los senos. Estos sostenes eran hechos de materiales como cuero, seda y algodón. No tenían copas ni alambres, y eran muy incómodos de usar.
En el siglo XIX, los sostenes comenzaron a cambiar. Se hicieron más cómodos y se agregaron nuevas características, como copas y alambres. También comenzaron a usarse más materiales como el nylon y el poliéster.
En el siglo XX, los sostenes se hicieron aún más populares. Se comenzaron a fabricar en una variedad de colores, estilos y tamaños. También se comenzaron a comercializar para diferentes grupos de mujeres, como las atletas, las madres y las mujeres de negocios.
Hoy en día, los sostenes son una prenda esencial para muchas mujeres. Son cómodos, elegantes y brindan apoyo a los senos. Hay una variedad de sostenes para elegir, por lo que todas las mujeres pueden encontrar el sostén perfecto para su cuerpo y estilo.
Aquí hay algunos datos interesantes sobre la historia del sostén:
El primer sostén patentado fue inventado por Mary Phelps Jacob en 1914.
El primer sostén deportivo fue inventado por Lily Montague en 1922.
El primer sostén inalámbrico fue inventado por Anita Ekberg en 1977.
El primer sostén sin tirantes fue inventado por Frederick Mellinger en 1994.
El sostén más caro del mundo es un sostén de diamantes diseñado por Frederick Mellinger. El sostén está valorado en $10 millones.
El sostén ha recorrido un largo camino desde sus orígenes. Ha cambiado mucho en términos de diseño, comodidad y funcionalidad. Sin embargo, una cosa sigue siendo la misma: el sostén es una prenda esencial para muchas mujeres.