Comienza el juicio para el reconocido sommelier al que acusan de matar y violar a su madre en Palermo

El juicio se iniciará a las 9 en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8, ubicado en el sexto piso del Palacio de Tribunales, en la calle Talcahuano 550 de esta Capital Federal.

Sosto (37), un reconocido sommelier que ganó concursos y premios internacionales y que fue dueño de su propio restaurante, «Lucky Luciano», en la zona del zoológico porteño, está preso por el crimen de su madre, la psicóloga Estela Garcilazo (69).

El sommelier lleva ya un año y diez meses preso en el penal de Marcos Paz y enfrentará en el debate una acusación por homicidio y abuso sexual, ambos agravados por el vínculo, delitos que prevén una pena de prisión perpetua.

La existencia o no del abuso será uno de los temas clave del juicio, ya que en su momento estudios complementarios a la autopsia determinaron que en la vagina de Garcilazo había «fosfatasa ácida prostática», una de las proteínas del semen.

Las muestras no alcanzaron para obtener un perfil genético, los forenses no detectaron lesiones genitales ni paragenitales y peritos declararon que la presencia de esa proteína no equivalía a sostener que había un ataque sexual.

Por ese motivo, el juez de instrucción que encarceló a Sosto, Hernán Martín López, en su momento procesó a «Lucky» por el homicidio pero lo sobreseyó parcialmente por el abuso de su madre.

Pero la fiscal de instrucción Graciela Bugeiro insistió con la acusación en una apelación y logró que el sommelier también vaya a juicio por el presunto ataque sexual, algo que, según fuentes judiciales, los fiscales de juicio Diana Goral y Julio César Castro revisarán durante el debate para ver si acusan a Sosto por los dos delitos o sólo por el homicidio.

La defensa de Sosto utilizará este supuesto abuso sexual como una herramienta a su favor porque sostienen que el sommelier jamás podría haber violado a su madre porque es homosexual.

«Me parece una falta de respeto la imputación. Yo soy homosexual desde hace 15 años. No me gustan las mujeres. Menos las mujeres grandes y mucho menos una persona que es mi madre», declaró Sosto en su última indagatoria.

Las audiencias serán los lunes, miércoles y viernes y, en principio, está previsto que declaren entre 50 y 60 testigos, por lo que el juicio podría extenderse durante dos semanas.

Todas las partes se reforzaron especialmente para el debate, ya que, en primer lugar, el TOC 8, que estará presidido por el juez Alfredo Alejando Sañudo e integrado por sus colegas Ricardo Ángel Basílico y Fernando Larraín, nombró como cuarta juez suplente a Patricia Mallo.

Por su parte, la fiscal Goral estará acompañada por su colega Julio César Castro, uno de los que este año participó, aunque sólo en algunas jornadas, del juicio por el crimen de Ángeles Rawson, en el que el portero Jorge Mangeri terminó condenado a prisión perpetua.

Además de mantener al abogado Guillermo Schmidt, el propio imputado sumó como codefensor al reconocido penalista Juan José Avila.

Quienes sólo podrán asistir como público tras ser apartados en su rol de querella, porque actuaban como una defensa paralela, son el viudo de la víctima y padre del imputado, el empresario gastronómico Carlos Sosto -dueño del restaurante Guido’s Bar-, y al abogado que lo representa, Fernando Díaz Cantón, quienes siempre creyeron en la inocencia de «Lucky».

El hecho ocurrió el 26 de diciembre de 2013 en un edificio de la calle Seguí 4444 de Palermo, frente a la residencia del embajador de Estados Unidos, donde Sosto vivía en el 5to. «B» y su madre, Garcilazo, en el departamento de abajo, el 4to. «B».

Según el sommelier, aquel día, alrededor de las 15, encontró a su madre agonizando tirada boca abajo en la cocina del departamento de ella y llamó en dos oportunidades al servicio de emergencias del Hospital Alemán.

La médica de la ambulancia fue quien se dio cuenta de que la mujer había muerto horas antes y tenía varios golpes que no eran compatibles con las caídas que Sosto relataba que solía tener su madre, por lo que le dijo al ambulanciero que diera intervención policial con un «código azul».

Según la investigación del juez López, Sosto se puso nervioso con el arribo de la policía y mucho más cuando le avisaron que debían hacer una autopsia.

En la morgue, los forenses determinaron que Garcilazo había sido asesinada y que la causa de muerte era una «asfixia por estrangulación manual», por lo que Sosto quedó detenido como principal sospechoso.

La data de la muerte es clave en la causa, ya que estableció que a Garcilazo la asesinaron entre las 7.30 y las 11.30 de aquel 26 de diciembre, por lo que tanto para el juez como para la fiscal, los llamados al servicio de emergencias a las 15 fueron una puesta en escena de Sosto para encubrir el crimen.

La policía encontró en el departamento del sommelier un monedero con 10.800 pesos y una bolsa de papel con otros 6.000, dinero que tenía la víctima de la mensualidad que le pasaba su marido y padre de «Lucky», de quien estaba separada.

Para algunos investigadores, ese dinero podría estar vinculado al móvil del crimen, ya que Sosto reconoció en sus indagatorias que solía consumir marihuana y cocaína y los pesquisas no descartan que necesitara efectivo para comprar droga.

En sus indagatorias, en las que siempre dijo ser inocente y reacomodó sus versiones, el sommelier llegó a decir que estuvo todo el 25 de diciembre de 2013 encerrado en su departamento mirando pornografía y consumiendo cocaína.

La causa tuvo como segundo imputado -incriminado por el propio Sosto-, a un joven hijo de un comisario retirado de la Policía Federal, que solía frecuentar el departamento del sommelier para consumir cocaína, pero dio su coartada y quedó sobreseído.