Los candidatos del Socialismo Auténtico estuvieron en el abrazo al Parque Las Heras

Los candidatos del Socialismo Auténtico en la Ciudad acompañaron hoy por la tarde a los vecinos de Palermo y ONGs en el abrazo realizado al Parque Las Heras.El objetivo fue rechazar las «obras de puesta en valor» iniciadas por el Gobierno de la Ciudad sobre esos terrenos. Participaron Adrián Camps y Analía Marín, que encabezan la lista de diputados nacionales, y Mario Mazzitelli y Liliana Palavecino, primeros candidatos a legisladores porteños.

«El criterio del Gobierno del PRO para poner en valor una plaza o un parque consiste en eliminar los árboles y poner cemento. El ejemplo más claro puede observarse la Plaza Emilio Mitre, ubicada en Las Heras y Pueyrredón, muy cerca de aquí», explicó el candidato a diputado nacional Adrián Camps. Y agregó: «Los vecinos ya se movilizaron en 2010 para evitar la destrucción del Parque Las Heras, que planeaba construir estacionamientos subterráneos. En esa oportunidad logramos detenerlos. 7 años después, seguimos y seguiremos dando batalla».

«Esta ‘puesta en valor’ contempla la tala de 79 árboles, entre ellos ‘especies no adecuadas plantadas por los vecinos’ según afirman los funcionarios abocados al tema. Además de ello, se planea el rediseño de la traza de caminos existentes; ejecución de caniles; ejecución de circuito aeróbico; ejecución de postas aeróbicas; incorporación de nuevas áreas de estar, entre otras. La ejecución de la obra, que le fue adjudicada a la empresa Salvatori S.A., ostenta un costo total de 57 millones de pesos», informaron en un comunicado las agrupaciones de vecinos que están en contra de las obras: Agenda Urbana, Basta de Demoler, Manzana 66 Verde y Pública, Queremos Buenos Aires, Basta de mutilar nuestros árboles, Observatorio del Derecho a la Ciudad, Observatorio de patrimonio y políticas urbanas.

Por su parte, el candidato a legislador del Socialismo Auténtico Mario Mazzitelli expresó: «Nos parece importante dejar en claro que privilegiamos el espacio verde por sobre los intereses mercantilistas del gobierno. No se trata, simplemente, de la defensa del ambiente como algo de todos, sino de establecer con qué valores estamos de acuerdo y que líneas no deben cruzarse. Buenos Aires no puede convertirse en el monumento al cemento».