Si pudiese trazarse un mapa topográfico de la personalidad humana, la esperanza estaría representada como una larga y ciclópea cadena montañosa. Es quizás el más relevante de los atributos humanos, el motor que nos impulsa incesantemente hacia adelante, y como en la metáfora de la montaña, un lugar desde donde poder escudriñar mejor al mundo.
Esta columna está inspirada en que hoy, día de su publicación, es día 29. Y tenemos “los ñoquis del 29”. ¿Conocen a alguien que se haya vuelto millonario por poner un billete debajo de un plato de ñoquis? Es más: Si trae tanta suerte, ¿Cómo es que se funden tantos restaurantes que sirven kilos de ñoquis los días 29?
Ni hablar de la cantidad de bares, pizzerías, fondas, chulengos en la esquina que a pesar de tener 60 ristras de ajo se fundieron bajo todo tipo de gobiernos, especialmente los chupasangres. En definitiva toda superstición es una creencia que no tiene fundamento racional, como creer en los fantasmas, en el hombre de la bolsa o en la mano invisible del mercado.
Los 29 y los ñoquis, plato original del medioevo pero fuertemente anclado en el presente, nos recuerdan la íntima relación que existe entre el porvenir y la gastronomía.
Gnocchi de sémola soufflé con polvo de tomate, rúcula y roquefort.
Cantidad de porciones: 4
Tiempo de cocción: 30 minutos
Complejidad: baja
Ingredientes
Para los gnocchi de sémola
300 gr de sémola
1/5 lt leche
15 gr sal
5 gr nuez moscada
25 gr regiannito
2 gr pimienta
Para la salsa
500 cc de crema
50 gr queso azul rallado
50 gr tomate seco
50 gr regianito rallado
50 gr rúcula
Procedimiento
Colocar la leche en una cacerola y llevar a hervor. Verter en forma de
lluvia la sémola revolviendo
constantemente.
Dejar cocinar aprox 2 minutos hasta lograr la consistencia deseada
(parecida a la polenta, un poco
más espesa) salpimentar.
Una vez fuera del fuego rectificar sazón y agregar el queso y la nuez moscada.
Colocar sobre una placa de unos 8 cm de profundidad y dejar enfriar.
Con un cortante de aprox 4 cm de diámetro x 8 de alto cortar los gnocchi.
Si sobra preparación se puede amasar y volver a repetir la operación
cuantas veces sea necesario.
Elegir cuatro platos hondos y disponer 7 gnocchi sobre ellos, colocar
100 cc de crema en cada uno y
coronar cada gnocchi con regiannito y roquefort.
Llevar al horno hasta que gratine.
Decorar con los tomates secos hechos polvo (con el mixer o procesadora)
Y en el centro colocar un bouquet de rúcula.